Xavier Oquendo Troncoso

Ráfaga de pensamiento

 

 

 

Ráfaga de pensamiento

 

Aquí, en esta ciudad,

parece que dios hubiese parido todas las costillas.

 

Aquí vienen los autos siempre

de llenos tras llenos.

 

Una cigarra se hace ceniza

y antes de ello, se hace cien cigarros de su leña.

 

Antes de irse, todo hijo pródigo regresa.

Antes que el pan leude

ya crece la harina de los hombres,

ya se hacen levadura las mujeres.

 

Ya había crecido el cisne del patito feo.

Ya estaba todo hecho

antes que llegues tú,

para pensarme.

 

 

 

 

Preguntas vallejianas

 

Dónde irán a parar las horas largas

los tiempos cocinados con derrota

el puerto quebrantado de los días.

 

Dónde irán a hacerse espejo las lagunas;

los cromosomas, sombras; las cacerolas, hambre.

 

Dónde se hará la cáscara del día

la mácula de insomnio

la araña que me habita.

 

Dónde irá a nacer el pelo largo, el rostro expuesto,

la arista disecada de algún triángulo

el centeno del pan de la última cena

el 20 que no tiene un 21 que le gane.

 

Dónde estará sin horma mi zapato

sin cara mi juguete, sin uña la gran bestia.

 

Dónde hallará dolor mi poesía,

color, el homenaje de alguna monja muerta

de alguna flor sin niño que la arranque

sin verde que le hereden

sin ojos que se queden cíclopes y tuertos.

 

Dónde irán a vivir los elefantes después de muertos.

 

Dónde iré feliz por esa calle a buscar de cenar

solo o contigo

o solo contigo.

 

 

 

Los restos

 

Tal vez, si acaso, quedara de ti, entre la ropa de mis recuerdos,

alguna sonrisa expuesta al finalizar la noche,

cansada de cantar en coro con las agujas negras

y los átomos dispersos que hacen lo oscuro

en medio de la luz tornasolada,

te la devuelvo. No la quiero.

 

Quedará también de ti, estoy seguro,

como si fuera un tatuaje brillante de la aurora,

algún suspirante cataclismo de tu voz

en el que decías apenas nada más que algo

que salía como una luna pálida

en el momento en el que algún desierto

sudaba las aguas de sus nubes utópicas,

te la devuelto. Ya no hace falta.

 

De ti quedará, también,

dalo por hecho, los volúmenes agónicos de las miradas

que dabas cada vez que sometías tus propios conceptos

a los juicios libres del señor albedrío

y esos dolores ya sin ánimo y esas anchuras

que se van haciendo en medio del mudo asunto

de la lengua sin canario.

Te la mando a entregar

en un currier de pegasos postmodernos.

 

Y de ti: quedo también yo,

completo, aun pensándote y a medio hacer la vida,

como la torta a la que se le fue el calor entre los bordes.

No sé si entregarme a domicilio

o mejor

llamar a la funeraria

y pasarte la factura en plazos fijos.

 

 

 

Poema en cama

 

Ay soledad seca

soledad estatuaria

dulce pasado

/soledad/.

 

Soledad de clavo

alfombra de vidrio la soledad.

 

Soledad dislocada

jugo espeso de alfalfa

/soledad/.

 

Soledad de cáñamo

golpe torcido la soledad.

 

Soledad con sombra

hamaca descolgada

/soledad/.

 

Soledad que enfurece al artista

nota sin clave la soledad.

 

Soledad que seca océanos

galope sin las patas del caballo

/soledad/.

 

Soledad que vive en pañal abandonado

pantalón ajado para fiesta

/soledad/.

 

Soledad, única mujer en la fiesta

cama sin alas. Almohada sin plumas

/soledad/.

 

 

 

Propuestas creacionistas para poetas del principio del milenio

 

Vamos a ver crecer los eucaliptos.

Vamos a triturar el maíz tieso.

Vamos a fabricar azúcar negra.

Vamos a incendiar los cementerios.

Vamos a inflamar el agua escasa.

Vamos a suplantar al enemigo.

Vamos a reaccionar ante las balas.

Vamos a procrear hijos del polen.

Vamos a masticar estos rastrojos.

Vamos a modular canciones falsas.

Vamos a escudriñar por los sartenes.

Vamos a cocinar lluvias y nidos.

Vamos a ver qué dicen los profetas.

Vamos a ver callar los lagos hondos.

Vamos a calcinarnos en las nieves.

Vamos a denunciar a los pantanos.

Vamos, que ya no hay tiempo para nada.

 

Que ya viene el temblor y tengo frío.

 

 

 

-Poemas del libro Compañías Limitadas publicado por El Ángel Editor, Quito, 2020.

 

portada libro oquendo

Xavier Oquendo Troncoso (Ambato-Ecuador, 1972). Periodista y Magister en Escritura Creativa por la Universidad de Salamanca. Profesor de Letras y Literatura. Ha pub ... LEER MÁS DEL AUTOR