Vladimir Sabourín

El extranjero

 

 

(Traducción del búlgaro al castellano por Marco Vidal González)

 

 

 

Continuamos

 

Como un soldado alemán en stalingrado

Como una limpiadora filóloga

Como un anciano demente cuando cae la noche

Como un emigrante en un camión frigorífico

Como el fondo de una presa reseca

Como toussaint louverture en una cárcel francesa

Como un fugitivo corriendo sobre una placa de hielo cada vez más fina

Como cadáveres humanos abandonados hechos exposición

Como un niño congelado en las ruedas de un avión

Continuamos

 

 

 

Obreros VI

 

Con el casco caído de la cabeza apretando la tráquea con la correa

Arrastrándote hacia el regazo de la tierra tú no eres su hijo

El campo de petróleo no es la madre tierra pero tú estás tumbado de espaldas

Sobre los terrones pintados como minerales coloreados por la placa de petróleo

Que cubre todo en este paraíso artificial grandes piedras preciosas

En un desconsolado jardín de las delicias velo de midas

Cubriéndote a ti hombre de hojalata de camino a la ciudad esmeralda empujado

Por la erupción de espaldas en un estupor con la vaga esperanza de conseguir un corazón

 

Tú contemplas en un involuntario e improductivo instante

De parálisis motora pero con la conciencia salvaguardada

Una condición de la que en principio estás privado y que de hecho

Para ti está prohibida sin que sepas que está prohibida y que estás privado de ella

A la vez en una postura semifetal y como caído de espaldas

De camino a damasco tú ves el fantasma de la descomposición anaeróbica

De restos de organismos mezclados con barro enterrados bajo el peso

De un estrato de sedimento licuados por un calor y presión monstruosos

 

Brotar en el desierto de la captación de petróleo

Sin que las rocas se conviertan en panes.

 

 

 

El capitalismo como un juego

La educación primaria como un juego

El embrutecimiento como un juego

La alimentación como un juego

La bulimia como un juegо

El sueño como un juego

El insomnio como un juego

El agua como un juego

La sustracción como un juego

El niño como un juego

Los padres como un juego

El sistema de pensiones como un juego

La jubilación como un juego de azar

El trabajo como una labor creativa

El desempleo como creatividad

 

 

 

El buque petrolero

 

Oxidado y dorado el mar y el barco

 

Aligerado en su camino hacia el último muelle

El cuerpo emergiendo la línea de flotación en lo alto

Sobre las aguas desnudando las costillas de la cuaderna

Surcadas de una lejana abundancia de goteras

La proa inconsolablemente levantada tal como negro trirreme

De un hijo que regresa victoriosamente del laberinto de

Las aguas y los sueños habiendo olvidado el acuerdo con su padre

Con la alegría de haber vencido y cortado la cabeza del toro del océano

 

El océano y la orilla que es el morir

 

Esta salida del agua esta desnudez el empinamiento negro clásico advienen

Para encontrar el final la hélice formando la mitad de la espuma fuera del agua

Como ruedas de un coche volcado que continúan moviéndose

El enorme buque lleno de gases residuales explosivos como

Un aerostato se adentra ligeramente en los médanos sale

En la misma playa en silencio vara incluso sin anunciar,

Antes de que comience el largo corte para mandarlo a la chatarra, su muerte

Con la raspadura metálica y furiosa de la quilla hundiéndose en la blanda arena.

 

 

 

El extranjero

A Marieta

 

Yo soy aquella gotita de alquitrán

En vuestro tonel de miel, aquel que da náuseas

 

Vuestra única esperanza

De quitaros el mal sabor de boca.

 

 

 

Primero dejó la poesía

por la ciencia

Luego dejó la ciencia

por la administración

Ahora felizmente administra

La falta

 

 

 

-Del libro Muchacha blanca (La Tortuga Búlgara, 2020)

portada Muchacha blanca

Vladimir Sabourín (Santiago de Cuba, 1967). Es un poeta y escritor búlgaro de origen cubano-francés. Iniciador del movimiento literario búlgaro Nueva Poes ... LEER MÁS DEL AUTOR