Cenizas y flores
Claror
La negación de la niebla. No me niega. Me alumbra.
Sordera
Fundamentalmente, esa voz que no me oye, es la mía.
Dación
De tanto dar, se quedó con las manos llenas.
Corazonada
Estoy aquí, mirando como el espejo me mira
y yo amontono en su mirada, todos mis rostros.
Buscando
Para alcanzarnos sólo falta levantar las manos.
Para encontrarnos sólo falta no seguir perdidos.
Cinismo
Cosa rara, el hombre hablando del hombre.
El hombre hablando de algo que ya no conoce.
Cimentación
Me abajo para arribarme. -Si quiero llegar a esa altura…
¡Tendré que cavar más hondo!
Apartamiento
Ayer soñé que te amé y soñé que me amaste.
Nada más distante. Nos amamos en tiempos distintos.
Pan sin mesa
una vez hecho el infinito pensamiento
-sin pensamiento alguno-
la mesa no existe
la casa no existe
ya nada existe
ninguno, nadie
entonces la nada me hace su pan
y me come en silencio
Coincidencia
la llave giró y la puerta dijo no
la llave giró y la puerta no se abrió
la llave no giró y la puerta por fin se abrió
la puerta era alguien
la llave también
Oasis
Las arenas suben al desierto, como el agua en vano al viento.
Y es cierto. La sed es un oasis para quien busca estar sediento.
Ajenitud
Me aprendo a gesto vivo, a gesto muerto. – Estos gestos no son míos.
Observo. Alguien tercamente me piensa, me llama, me gesticula, me habla.
Recapacito. Pienso, dudo.
-No me pertenezco.
Fondismo
Una luz que busca a su sombra,
se esconde en los ojos de mi espejo.
Revelación
Cuando te vi,
aquí adentro…
Se hizo de día.
Soplido
Soplé una vela
y se encendió la oscuridad.
Catarsis
Desaguo el agua de mi sombra
y me diseco en lluvia.
Vigilia
Cuando la noche se harte de mí,
habré amanecido.
Una vez una rambla
aquí estoy
viviendo en el encuentro de tus ojos
intentando ya no besarte
en el regazo de este gozo
lamiéndote las manos
las comisuras de tus dedos
hasta los codos
yo sé que el mar es un sentimiento de arena
y que el amor está inflado de viento
pero si te digo que me sabe a poco este tiempo
y que el mar es un alma que vive en ti
no, no miento
por eso apriétame de nuevo
contra tu noche
y mójame de bocas
y abandóname en la sal de tu sexo
y abandónate a esto
es el amor encerrándonos en su huella
¿qué son esas rocas mirando nuestro vuelo, sino gaviotas?
¿sabes? no es sólo el mar él que has dejado en mí
ni eres sólo una marea
en la que esta noche me aviento
¿sientes?
nos han pasado tantas olas
pero nos ha pasado una sola
ahora
anda
despierta
que nada es sueño
que soñar después de ti es poca cosa
Bofetada
en este espacio acabado, de ego derrumbado
en este espacio inútil, de inútil noche
en este espacio detestable
detesto extrañarte
Dibujo pequeñito
la muerte es un lugar
seguramente horrible
algo así, como no poder decirte
tantas pequeñitas cosas
Cenizas y flores
En memoria de Rainer María Rilke
No tiene madre, este sentimiento de lento vacío
y es mi pecho un hijo de pezón hambriento.
No tiene padre, este corazón de solitario estruendo
y es mi frente un niño de envejecida alegría.
No tiene edad, este transcurrir sin tiempo
y está trasnochado de nostalgias mi cuerpo.
Y apenas soy un libro de cenizas y flores
escribiendo un rostro sobre mí nombre.
Quejidos
la noche ladra mi nombre como un perro que extraña a su dueño
como un perro que aúlla su hambre
como un perro sin casa
así, me ladra la noche
La codicia
A las víctimas de la masacre de Curuguaty
la médula, las tripas, la carne
las agudezas de la sangre
todo, todo
se lo comió el hombre
pero el hambre, lo siguió devorando
Entreacto de la miseria
las calles salen a pasear en sus cenizas
y las casas se entran a dormir al borde de su abismo
y los hombres, se arrastran por las calles
entre-sueños
Pende de un hilo la muerte
casi siempre estamos a punto
de volver a la vida
Nacimiento
desperté adentro y estaba oscuro
Camaleón en dos actos
el animal de la sombra que me alumbra
salió a buscarme esa noche
y me halló en los ojos de una luciérnaga
y permaneció ahí
hasta agusanar de mariposas el sol