El agua, la piedra, la tierra
(Versiones al español de Stefano Strazzabosco)
EL AGUA, LA PIEDRA, LA TIERRA
No estoy de acuerdo: es demasiado fácil
escupirle a la vida que no sientes
escurrirse de mano como hormiga,
como un grano de arena que no encuentra
el viento porque ha muerto también él
y las hojas no se agitan más arriba.
Muerta está el agua, la piedra, la tierra.
Si la vida se te iba a escurrir
dejándote el ligero cosquilleo
de sus huesos sin médula como los tuyos,
entonces apretaste los dedos, las junturas
y rápido cerraste las costuras.
PROCESIÓN DE VIERNES SANTO
El viernes santo Cristo estaba allí de veras
con las costillas fuera, las espinas,
llevado en procesión por otro cristo
descalzo, dejada un rato la azada.
Nosotros chicos le esparcíamos de clavos
la calle, luego pensando en los cristos,
el de la cruz arriba y el de abajo,
el gusto de los clavos se nos iba.
UNA POSTAL DESDE EL CARSO
Mi padre muerto fue un buen patriota,
pero jamás confundió esos choros
que maquilla la historia con la patria.
Se fue dejando a mi madre sufriendo
con seis chicos meones y cagones.
Una vez desde el Carso nos mandó
una postal con seis niños sentados
sobre un orinal, tocando trompetas.
Tenía escrito en grande: ¡VIVA ITALIA!
Ojalá me perdones, pueblo mío:
cuando oigo a los fascistas hablando
de patria pienso en los chicos sentados
sobre el orinal, que tocaban por delante
y con más gusto trompeteaban por detrás.
EL ALBAÑIL
Se hace, él solo, su casa.
El sol le emblanquece las manos,
el viento le prende el cigarro.
El monte de ladrillos va bajando,
van creciendo los muros altos, lisos, derechos.
Cuando llegue al techo, él hará
festejo, con una rama de sauce
y una bandera de paz amarrada
a la chimenea, y cuando nazca
su primer hijo, llorará de gusto.
MEADA EN LAGUNA
Es un niño extranjero, tiene ganas
de mear, como mi nieto.
Voltea alrededor por si lo ven,
se afirma en las piernitas y, abierta
la bragueta, hace un arco contra el sol
de oro que se dispersa en el agua.
No te apenes, hijo. Mea, mea
sobre este mundo viejo que no vale
ni un pedacito de tu pajarín.
POETA
Ser poeta no es nada.
Duro es estar derechos
si te pasas de alto
si te pasas de bajo
como ebrio de vino
y estás ebrio de alma.
LAS BESTEZUELAS
No odies nunca a las bestezuelas
que sólo quieren esquivarnos
y nosotros, incluso cuando vuelan
hacia un nido o escapan
hacia una guarida donde sus crías
esperan su comida, les disparamos
con la escopeta reduciéndolas
a pobre sangre ensuciada de tierra.
-De L’acqua, la piera, la tera e altre poesie, edición de Antonio Daniele, Venecia 1990.