Rigoberto Paredes

(Trinidad, 26 de abril de 1948 – Tegucigalpa, 9 de marzo de 2015), es uno los intelectuales más prominentes de Honduras y uno de los escritores señeros de nuestra tradición poética, sin embargo, y en contraste, también es uno de los menos conocidos para el público hondureño.
Rigoberto Estudió Letras en la Escuela Pedagógica Francisco Morazán de Tegucigalpa; Filosofía y Letras en la Universidad Javeriana de Colombia y, una vez exilado en Barcelona, entre 1982 y 1986, realizó estudios de posgrado en literatura. En esta ciudad compartió sus actividades literarias con los más importantes escritores latinoamericanos radicados en Europa por aquellas fechas:  Julio Cortázar, Eduardo Galeano, Roberto Armijo, entre otros y otras.
Sin duda alguna Paredes trasciende y signa la poesía escrita en Honduras a partir de la segunda mitad del siglo XX, justamente en el país que presenta el panorama menos prolífico y más desconocido de la región. En su andadura supera una tradición que no pasaba de ser una irregular yuxtaposición de obras y autores. En ese proceso de búsqueda y cuestionamiento del promiscuo ejercicio de modelos románticos, costumbristas o modernistas, encara la necesidad de concebir un sistema estético literario de valedera impronta más allá de las fronteras locales.
Obras publicadas: En el lugar de los hechos (1974); Las cosas por su nombre (1978); Materia prima (1987); Fuego lento (1989); La estación perdida (2002); Obra y Gracia (2005 y en una segunda edición en 2017); Segunda Mano (2011 y en una segunda edición en 2017), Lengua adversa (2012 y en una segunda edición en 2017), Partituras para cello y caramba (2013), Irreverencias y reverencias (2014). Es coautor, junto con Roberto Armijo, de la antología Poesía contemporánea de Centroamérica, publicada en Barcelona.
Su obra ha sido parcialmente traducida al inglés, francés, italiano y portugués.