Raíces primordiales
-Primer premio en el concurso literario Ricardo Miró, 1958
EL CANTO LIBERADO
Tú, velador del sueño en que me hiciste
galopar bajo el signo de la vida,
tú, coraza de amor hoy conmovida
por el ruego que amante sorprendiste.
Dónde hallaste la voz que me ceñiste,
impulsada de doble bienvenida?
Oh, cautivo de extraña sacudida,
Me tembló el corazón cuanto quisiste!
¡Soñador! ¡Soñador! Ama conmigo
cuando todo comienza yo te sigo
en vigilia de amor hasta tu mente.
Se desborda mi cántico fecundo.
Para la humana religión del mundo
te recojo veloz en mi corriente.
ACENTOS NATURALES
Por este llanto se desnuda el grito.
Me conozco por fin. Y me liberto.
Llama soy en mi propio desconcierto
ascendiendo a tu sueño de infinito.
Por este llanto, mi verdad. Te invito
a este asombro sin voz conque despierto,
certidumbre de ser en el concierto
de este amor en mis músicas escrito.
Ah, la vida! ¡Vivir! Cabalgadura
que nos lleva feliz en su estructura
en un vuelo, al encuentro, hasta tu nombre.
Van fluyendo contactos de la vida,
por el mundo, tu sangre presentida
me descubre tu sed. Y eres un hombre!
TRÁNSITO Y JÚBILO
Dame un beso. La vida me sorprende,
y un afán de locura en el destino,
estremece mi sueño repentino,
al impulso de ti con que desciende.
Amo, sabes? mi júbilo trasciende
y ha llegado hasta aquí donde me inclino.
Y tu sangre me habló del torbellino
que en la noche del mundo se desprende.
Porque en la fuente de tu amor florezco,
nazco de amor y por tus rumbos crezco,
semillero de luces tras tu rastro.
¡Oh, este anhelo de mi vida por tu boca!
En su grito inicial mi sed te invoca.
Y en mi dicha navega. Y yo te arrastro!
ESTANCIAS PRÓDIGAS
Cuán dulce esta corriente presurosa
me encadena a sus aguas, beso a beso,
tú que sabes de amor dime qué es eso
que estremece mi lágrima dichosa.
Algo dijo tu ciencia milagrosa
y creó su milagro de embeleso,
siento sed de sentirte en mi regreso
del canto que en mis márgenes reposa.
Y bendita mi sed. Vendrás conmigo.
El milagro que surge va contigo.
Y sus luces despiertan en mi estancia.
Oh, nombrarte hasta el fin como te nombro!
Dulce destello del aliento. Asombro
que cruza en el camino la distancia.
A TU ANGUSTIA TIMONEL DESPIERTO
Este frágil dolor, tan frágil era,
se me volvió de lágrimas sonoras,
sonoridad de músicas y auroras
en nacimientos súbitos. Espera!
Te ha llamado mi voz. Cómo quisiera
detener el milagro de estas horas!
Un ala hacia la vida en que me imploras
y una vida con alas hacia afuera.
Dulce palpitación, mi labio abierto
que se entrega al sublime desconcierto
del amor en la vía de tu boca.
Brazos que en la ternura se entrelazan,
labios que en la caricia se amordazan
cuando el amor por el amor se invoca.
LOS CAMINOS INTACTOS
Por el destino, soñador, te apura
este nuevo secreto de mis rosas,
apacible en mi espíritu desposas
un júbilo de amor que se inaugura.
Apenas tu ternura y mi ternura,
Y mi sueño y tu sueño y tantas cosas!
rama nueva de mieles bondadosas
en viajeros alcances de dulzura.
Voy en viaje de amor al infinito,
y en dulce resonancia, por mi grito
se desangra feliz la vida misma.
Es la eterna verdad. En su insistencia
un desborde de cálida violencia
En su amada locura nos abisma!
REVELACIÓN
El amor, por mis lámparas obscuras,
despertó mi incensario luminoso,
cuando supe de ti, fue tan glorioso
como el vuelo del alba en las llanuras.
Averigua el sabor de las dulzuras
que alegraron mi llanto silencioso,
cada instante en efluvio milagroso
fue simiente feliz de las ternuras.
Y cómo te amé entonces. Dulcemente,
te busqué el corazón y, de repente
se durmió en la caricia de mis manos.
Y estuvimos así. Oh, gloria buena!
Un símbolo de amor. La dicha plena
en éxtasis de pétalos humanos!
DESPEDIDA DE AMOR PARA TU VIAJE
Te acompaño, viajero, voy contigo
por el mar de tu viaje inacabable,
dulce en la ofrenda de mi brazo amable
que se tiende a tu barca sin testigo.
Lenta voy hacia ti. Cómo te obligo
siguiendo tras tu voz inconquistable,
ausente en mi dolor inabordable,
cómo no habrás de palpitar conmigo!
Sorpréndeme la voz. Amo tu prisa:
ternura jubilosa que improvisa
un descanso en mi tímida tristeza.
Y ampárame mi lágrima, viajero.
Que no moje tu mar, que yo no quiero
empañar este júbilo que empieza!
IN CRESCENDO
Amado corazón de bronce y llama,
bendecido de amor bajo mi alero,
por tu acento de príncipe viajero,
cómo es dulce la voz que me reclama!
De tu sueño al amor crece mi rama
y a tu corriente, pájaro ligero,
en sílabas de amor voy y te espero
en la gloria infinita del que ama.
Amado corazón, llegas amando,
y al final de tu nombre, palpitando,
me descubro de amor para quererte.
Y te enseño la ciencia del destino.
Y un bautismo de vida extra-divino,
con amante desvelo nos convierte.
CERTEZA
Este gris de silencio que se muere,
ya conoció tu soledad. Y ahora,
un suplicio sin lágrimas te llora,
y una dicha sin músicas te quiere.
Qué inestridente júbilo profiere
la primera palabra de la aurora!
Es el mundo en entrega bienhechora
que ablandando su mano te prefiere.
Y qué leve. Qué niño! Qué tranquilo!
en ventanas amantes te vigilo,
contemplando la luz cuando comienza.
Y el destino te escribe, mensajero;
del amado suplicio en que me muero,
mi palabra sin gritos te convenza!
SIMIENTE
Un ala de silencios me ha besado,
amor, y cruzo de silencios presa,
sorprendida con íntima sorpresa,
a tu amada quietud casi he llegado.
Qué dulzura de sueño no soñado
la palabra que amándote regresa,
la del beso que amándote no besa
y se queda soñándote callado.
Ha de callar la música del trino?
Cuando avance el milagro del destino,
la vida romperá como las olas.
Y qué apacibles subirán los brazos.
Para un surco de vida en dulces trazos,
un presagio de encuentro de amapolas!
LOS IMPULSOS VITALES
Si esa tu dicha, silencioso amigo,
va llorando en las lágrimas que lloro,
en el húmedo acento de mi coro,
te llamaré para soñar contigo.
Alma de llanto de mi amor testigo,
al sueño voy en aletear sonoro,
en tu noche, luciérnaga de oro,
estremezco tu anhelo y lo bendigo.
Voy atenta a tus voces persuasivas.
con qué dulce quietud, amor, cultivas,
en medio del destino tu promesa!
Y así llueve la luz sobre mi frente.
Una vez el amor. Y eternamente
para amarte la vida se regresa!
ADOLESCENCIA
Porque el agua transita y transparente,
te persuade, en tu sed, de su bonanza,
porque sabes el nombre de la alianza
que conjuga tu vida arborescente,
porque llevas un sueño en la aparente
certidumbre de obscura desconfianza,
porque vives tu próxima mudanza
donde llueve mejor para tu fuente.
No te asombran las lágrimas del hombre.
Para cada dolor tienes un nombre.
Y por cada silencio, tu respuesta.
Vas amando los seres y las cosas.
Por tus pródigas ramas afanosas,
la palabra del mundo te contesta!
SI SEMBRASTE LA CRUZ
Espero tu palabra, vagamente.
Un contacto de luz en mi añoranza,
se descubre a pedazos y se lanza
a un soñado recuerdo, inútilmente.
Cómo soñar, amor, bajo tu frente,
si del nombre en que muero sin tardanza,
la palabra que digo no te alcanza
ni te apura el rumor de mi corriente?
Ah, si amaras la gloria en que te envuelvo!
conociendo tus lágrimas te absuelvo
de sembrarme la cruz para el suplicio.
Transformando el dolor, para alcanzarte;
he mojado mi voz para librarte
de tu propio dolor, sin sacrificio.
PRUEBA ABSOLUTORIA
Limpia tus manos. Límpiame las manos,
que sucios vamos por la misma senda,
y da lo mismo. Por igual prebenda
somos un poco como dos hermanos.
Sol bajo el fuego de tus mil veranos,
mundo te llamas sin que yo te venda,
rojas las crines de fatal leyenda
contra mudos galopes cortesanos.
Limpia tus manos. Límpialas. Ahora.
Mira que lloro. Si la piedra llora,
Ya le duelen los párpados al viento.
Nada más blanco que tus manos. Mira!
Vuelve la luz que en caracoles gira:
vertical es tu siembra de alimento.
VUELO ÍNTIMO
Qué plácida la noche semiobscura
con su ausencia de luna en el camino;
el río que desciende cristalino,
deshaciendo su tímida cintura!
Ama tú, soñador! Que se madura
en tu mano la luna del destino;
qué temprano cansancio para el trino
que creció de tu propia levadura!
Un pájaro se tiende, quieto y triste.
Mi tristeza es azul. Cómo la viste,
pajarillo cansado de mi llanto?
Devuélveme mi paz! Esa que fuera
fortaleza vital que sostuviera
el ensayo primero de mi canto.
DESLUMBRE DE ESPIGAS
Tú, generoso sembrador, no dudas
y la espera se nutre en tus maizales,
cómo cantan obscuros minerales
de la tierra con sílabas agudas.
Tú, generoso sembrador que mudas
el desaliento en fuerzas colosales;
tú que sueñas maduros arrozales
y, soñando, la tierra la desnudas.
Tú que hablas con sílabas de estrellas;
que cabalgas de luz –sobre tus huellas,
el cereal de tus sueños, madurando-.
No me dirás del árbol, de la espiga?
Yo de su quieto madurar, testiga
soy. Por el sueño te miré soñando!
PARA TU NUEVA LÁGRIMA
En la tumba del tiempo se amortaja
tu palabra deshecha en la ceniza,
donde el tiempo de olvido se eterniza,
tu recuerdo vacío se desgaja.
Y qué dulce morir cuando trabaja,
resignado, el dolor que no esclaviza.
He pedido la vida. Y agoniza,
levadura en el llanto que nos baja.
Ya no duele llorar. Qué compasiva,
la liberada lágrima me esquiva
el semblante que el llanto transparenta!
Aprenderemos el final? No importa.
El empuje vital que nos soporta,
por la prueba del llanto se sustenta!
MEDITACIÓN OBSCURA
En un lento columpio hasta el suicidio,
voy descendiendo al festival de muerte.
Cómo duele la risa y nos divierte!
Cómo queman las manos del fastidio!
Dame tus alas ruiseñor. Te envidio.
Vivo sueño y el llanto me convierte;
amo la luz cuando la sombra advierte
su tristeza en los pájaros que lidio.
Dame mi sueño. Moriré soñando.
Y sembrada de lágrimas, callando,
retornaré por el perdón del mundo.
Y seré calzadura de la espiga.
Porque ahora la tierra me bendiga,
en un viaje de tierra me confundo.
RESURRECCIÓN DE CENIZA
Por el claro camino te he mirado
contemplando el amor que se levanta;
pentagrama de voces, tu garganta,
por un ansia de cielo, conquistado.
Y qué trino feliz! No lo has notado?
Qué dulzuras extrañas cuando canta!
Mensajero feliz de dicha tanta,
me dijiste su amor, enamorado.
He querido volver. Siémbrame flores.
Del amado que espera sin rencores,
he captado su música, sumisa.
Y el retorno, huracán intempestivo,
de su cárcel de amor contemplativo,
me prendió del frutal de su sonrisa!