Con la misma inercia feroz
(Traducción al español de George Nina Elian)
no ella fue la sequía
ni las lluvias que siguieron
no fue el olvido
ni la prisión
ni el exilio
él no se preguntó
de dónde había venido
la luz que lo rodeaba
ella no se acercó
él no se fue
apretó la frente
contra el rumor vegetal de su silencio
como una pequeña criatura
que se desliza sobre las aguas,
y detrás de ella
se estremece la caña
* * *
les dije: ¡sed fuertes!
los acostumbré a las olas.
les mostré la montaña
y puse el desierto
en movimiento.
les pedí que inhalaran
el aroma de flores inofensivas
para compartir con ellos el poder.
crecieron libres en un reino implacable.
ahora sangran como yo.
libertad…
levanto mi copa en tu nombre
y una espina florece en mis ojos.
* * *
y después de cada uno quedó una señal.
un hueco del tamaño
de un dedo del pie en el suelo.
nadie miró hacia atrás.
todos volaron, hasta el último,
en la dirección de su propia emoción.
el mayor
le decía en voz alta que se volviera
pero sus palabras ya no coincidían
con lo que se podía ver.
cada uno tenía consigo la marca
profunda y su propio cuerpo
para contarlo.
* * *
dijeron: todo hay
que medirlo. si quieres ir en la dirección correcta,
siente la corriente. mueve el fuego. sólo respira…
respiro. como en
el cielo así en la tierra.
uno tenía un nombre colgado en el pecho.
otro llevaba con cuidado un puñado de monedas.
otro arrastraba un cajón de piedras tras él.
todos querían mantener sus pesos en equilibrio.
avanzar sin agacharse.
yo solo me tenía a mí mismo,
el capital más preciado que podía reunir.
contaba de ida las semanas.
de vuelta el sueño. la revuelta.
no.
no me volví mala
pero tampoco pude olvidar.
* * *
tal vez en algún lugar nos detengamos
y bebamos
el veneno
de nuestras verdades.
tal vez a la luz de las estrellas
pensé
que eras un faro.
tal vez pensaste
que yo era un barco.
* * *
noches de septiembre:
la ciudad es el mismo nido oscuro
en el que brillan
los ojos de los pájaros atrapados
todo es muy poco
alguien nos depreda alguien nos engaña
el frío nos muestra lo débiles
que nos hemos vuelto
respiramos profundamente hasta quedarnos dormidos
en el sueño nada nos desanima
cruzamos los dedos
como si estuviéramos protegiendo algo vivo dentro
sobre el inmenso abismo
la luna
observando distantemente
el humo alado de nuestras vidas
* * *
cuando el circo se vaya
atrás quedarán círculos
de hierba aplastada.
el viento despejará el aire de globos y confeti
rompiendo el aliento del animal
nunca libre
(tantas generaciones de arlequines
cubrieron su retiro
que
ningún grito podría
hacer ruido
en el sueño de nadie).
pero el circo se irá
y las risas se evaporarán
a lo lejos. mirándose unos a otros,
la gente imitará a los payasos
y los movimientos de los entrenadores.
con gestos torpes
creerán que lo están diciendo todo
aunque nadie oirá
nada. adentro, las palabras
hablarán un idioma extraño.
* * *
escribo sobre cosas que existen
apuesto a las preguntas retóricas
y la lista de días que me asustan
cuando los veo escritos
escribo sin compromiso
que nadie se apegue al vacío
escribo sin la superstición de ninguna respuesta
escribo rápido
mi mirada quema el papel
mi voz se vuelve baja
si no se escucha es que no es
algo digno de escuchar
un día también escribiré sobre el amor
pero entonces
todo será mentira
la verdad es un accidente
cuyo momento vives
y eso es todo
* * *
octubre: aguas turbias luces reflejadas
en las profundidades troncos derribados por el viento
la inquietud de los juncos cuando acaba el día
todos los pájaros de mi corazón hablan a la vez
temblamos juntos hasta que
el cielo se abre y la hierba se llena de luz
y puedo volver a escuchar lo que me sigue llamando
lucha, vuela como la voz de un búho
cuando la noche ciega busca una salida
me acerco a lo que se esconde
bajo la piel del silencio cada paso
es un crujido de ramas rotas
un susurro de ropa de cama caliente
una necesidad de respiración constante y elíptica
para poder seguir cojeando
en paz
* * *
soy el más terco de los callejeros
pura herejía
el papel quemado de la última oración
me embriaga el aire
esperé la hora en que pude ver a mis hijos soñando su camino
verlos caminar por los corazones de las mujeres
mientras el calor de mi boca se enfría
no quería que me dijeran: sé fuerte
porque nadie tiene más poder
que su cadena
nadie está por encima del hambre infinita
que lo saca de la cama por la mañana
no quise creer que había algo demiúrgico
en cada golpe
que ante la muerte todos somos héroes
mientras el resto de los días
quedan retirados en algún lugar
en un punto hacia el horizonte
* * *
con la misma inercia feroz
ahora espero
que pasen cosas
el ruido que las hace crecer
la luz blanca brillante
desde que tengo memoria
he estado creando lugares para detenerme
para descansar en algún lugar las palabras
rechazadas por la voz y la voz
rechazada por las palabras
me acerco a un árbol
y beso las hojas que caen
antes de que toquen el suelo
* * *
noviembre al final
el frío silencia
la noche que nos separa
las hojas desprendidas tiemblan de una manera
y las ramas de otra
nadie entiende
el misterio escondido en las grietas
la quietud que desnuda el ser como
el viento abraza con su ala
un nido vacío
una soledad
sola con su sueño