La predicción y otros textos
(Traducción al español de Isaías Garde)
La predicción
Esa noche la luna flotaba en el estanque,
convirtiendo el agua en leche, y bajo
las ramas de los árboles, de los árboles azules,
caminaba una joven y, por un instante
el futuro vino hacia ella:
la lluvia cayendo sobre la tumba de su marido, la lluvia cayendo
en el jardín de sus hijos, su propia boca
llenándose de aire frío, extraños mudándose a su casa,
en su cuarto un hombre escribiendo un poema, la luna flotando en él,
una mujer vagando bajo sus árboles, pensando en la muerte,
pensando en él pensando en ella, y el viento que se alzaba
se llevaba la luna y dejaba el papel en penumbras.
A sí mismo
Así es que ahora vienes hasta mí sin saber por qué.
Ni por qué te sientas en la felpa rubí de una fea silla,
Bajo el artero ángulo revelador de la luz que vuelve tus cabellos plateados;
Ni por qué has elegido este momento para ajustar la escritura de los años
Contra la escritura de la nada; tú, que entrecerrabas los ojos,
Observando el aire terso del espejo del vestíbulo, y decías
Que eras mío, todo mío; tú que me rogabas que escribiera, siempre
Por supuesto a ti, sin decir jamás para qué;
Tú que acostumbrabas susurrarme al oído sólo aquello
Que querías oír, que vienes hasta mí ahora y dices
Que ya es tarde, que los árboles se doblan en el viento,
Que caerá la noche; como si hubiera algo
Que quisieras conocer, pero por años hubieras olvidado preguntar,
Algo que hacer con el oblicuo rayo de sol sobre la mesa
Y la silla, un brazo que se alza, un rostro que se vuelve, y lejos
En la distancia un auto que desaparece en la colina.
La misteriosa llegada de una carta inusual
Había sido un largo día en la oficina y después un largo viaje de vuelta al departamentito donde vivía. Cuando llegué y prendí la luz vi sobre la mesa un sobre dirigido a mí. ¿Qué pasaba con el reloj? ¿Qué pasaba con el almanaque? La letra era de mi padre, pero él había muerto hacía cuarenta años. Casi empecé a pensar que tal vez, solo tal vez, él estuviera vivo, que llevaría una vida secreta por ahí cerca. ¿De qué otro modo se explicaba lo del sobre? Para calmarme me senté, lo abrí y saqué la carta. “Querido hijo”, comenzaba. “Querido hijo” y nada más.
El nuevo manual de poesía
1 Si un hombre entiende un poema,
tendrá problemas.
2 Si un hombre vive con un poema,
morirá en soledad.
3 Si un hombre vive con dos poemas,
será infiel a uno de ellos.
4 Si un hombre concibe un poema,
tendrá un hijo menos.
5 Si un hombre concibe dos poemas,
tendrá dos hijos menos
6 Si un hombre lleva una corona cuando escribe,
será descubierto.
7 Si un hombre no lleva una corona cuando escribe,
no engañará a nadie salvo a sí mismo.
8 Si un hombre se enoja con un poema,
será despreciado por los hombres.
9 Si un hombre continúa enojado con un poema,
será despreciado por las mujeres.
10 Si un hombre denuncia públicamente a la poesía,
sus zapatos se llenarán de orina.
11 Si un hombre abandona la poesía por el poder,
tendrá un montón de poder.
12 Si un hombre se jacta de sus poemas,
será amado por los tontos.
13 Si un hombre se jacta de sus poemas y le encantan los tontos,
no escribirá más.
14 Si un hombre ansía atención para sus poemas,
será como un idiota a la luz de la luna.
15 Si un hombre escribe un poema y elogia el poema de un colega,
tendrá una hermosa amante.
16 Si un hombre escribe un poema y elogia demasiado el poema de un colega,
hará que su amante se aleje.
17 Si un hombre reclama el poema de otro,
su corazón duplicará su medida.
18 Si un hombre deja que sus poemas anden desnudos,
temerá a la muerte.
19 Si un hombre teme a la muerte,
será salvado por sus poemas.
20 Si un hombre no le teme a la muerte,
será salvado o no por sus poemas.
21 Si un hombre termina un poema,
se bañará en la estela vacía de su pasión
y será besado por el papel en blanco.