Nació el 14 de Septiembre de 1883 en Inglaterra, pero fue llevada a Canadá en 1889 por sus padres. Allí comenzó su temprana carrera literaria cuando en 1898, con tan solo quince años de edad, vendió su primera historia al Toronto Globe. Su poesía destacó por su marcado rechazo a la corriente modernista y por su apego a las formulas poéticas tradicionales. La editora y crítica literaria Lorne Pierce (1957) ha señalado que en la poesía de Pickthall existe una dualidad desesperada entre la manifiesta devoción religiosa de la autora y el compungido temario del sufrimiento humano. Con estos elementos formuló una cadencia a fin con sus búsquedas personales, pero exenta de reflexiones sobre la vida misma. Acaso por esto el investigador Donald Precosky ha sido enfático al afirmar que el lenguaje de la poesía de Pickthall es uno meramente literario que, a pesar de disimular la influencia de Fiona Macleod, Katherine Tynan, Alice Meynell y W.B. Yeats, carece de un vínculo con la realidad que aporte universalidad a sus letras.
Su escritura, ampliamente apreciada por la crítica canadiense a finales del Siglo XIX, pasó a ser ignorada por el gran público y finalmente olvidada por el canon hegemónico contemporáneo. Falleció repentinamente en 1922 y fue enterrada junto a su madre en el cementerio de St. James el 26 de Abril.