Escribir, escribir, mientras el mundo enloquece
(Traducción al español de Emilio Coco)
MURADO COMO EN SUEÑOS
Las rosas se deshojan en el aire
que sabe a nieve y a pesebre. Vibran
Monforte y sus jardines ya desnudos
en un viento de inasible tarantela.
¡Otro año en tu signo! Encerrado
en mí como una piedra en el mar.
El silencio es tremendo, y está todo quieto,
murado como en sueños.
Pero arriba, tras calles y tejados,
los pájaros, las nubes, la esperanza,
suben y bajan réprobos y elegidos
por la infinita escala de Jacob.
***
Entre silencios y palomas alta volaba
nuestra Parma, un sueño de Chagall.
Nos salían al encuentro las palabras
nuestras, pero de otros mundos.
Apretar tus manos era besar
trenzas de manos tendidas desde siglos.
Confluían en ti, absorto embudo,
sombras, sardanas, gigas. Yo lo sé,
lo vi en ese instante: fue un relámpago.
Te fulminó un mensaje misterioso.
Todo es ilusión, un dibujo de Escher,
¿un laberinto? ¿o un misterio de gozo?
***
EL VÍA CRUCIS
La bronquitis esta noche me transforma
en una encina cubierta de nieve.
Crucificada en la tierra con raíces
de debilidad y estremecimientos,
siento los ramos cargados que se doblan
bajo el peso de mil cristales.
Conocí un día a un chiquillo, mucho
más enfermo que yo.
Respiraba con dificultad, y en su cama
se parecía a un velero encallado,
pero su pensamiento en lo alto era la oropéndola
en la cima del olmo fulminado.
Esta noche pienso en él, yo que sé de sobra
que pronto sanaré.
Y me siento igual que aquel fiel
que vi en Brujas con su capa de nutria.
Miraba a un vía crucis e intentaba
imaginar la hiel y cualquier tormento.
Y quizás oscuramente también sentía
que no sólo el Cristo de los iconos
cruza en nuestro nombre
el paso inmenso de las tinieblas.
***
ULTRASONIDO
El ruido sofoca el canto
pero el canto es un alfiler que atraviesa el pajar,
búscalo si puedes con antorchas e imán
él te pincha y traspasa cuando quiere.
Voz que clama en el desierto, gemido,
ultrasonido, año-luz, grito de tribu rescatada,
inconsútil cruzas los desiertos del tiempo,
las inútiles madejas del espacio.
***
A LOS LECTORES
Estrella-libre albedrío es endíadis de sueño,
anhelo patético que hoy puede hacer reír.
Teoría, utopía, hipótesis, locura.
Ni yo ni ninguna estrella hemos sido nunca libres.
Mi «estrella» es un mar que fabrica sus ritmos
reflejando cavernas del más profundo ayer.
La metáfora es un velo que oculta otros misterios.
Yo no veo su fondo. Vosotros me estáis dictando.
***
PARA UNA LUNA DE MACHADO
Como en Sevilla el Viernes Santo,
entre los siete arcos de los dos pórticos
la luna extiende su alfombra blanca.
Nosotros pasamos abrazados.
Un tiempo inmensurable se desmalla.
El tiempo no se conjuga en el presente.
La luna se ha deslizado por su arco,
y aquella alfombra está ausente.
***
Escribir, escribir, mientras el mundo enloquece,
descargas de trilita, hermanos que se matan.
Pobre y desnuda vas, palabra mía,
aliento en el huracán.
Pero hubo, en el mundo, palabras
más fuertes y victoriosas que los estragos.
En los milenios nos quedan: y enterrados
están los gritos de odio.
***
Espesas sábanas de hojas de plátanos.
Letargos nos devuelven al invierno.
Dejaré de absorber los colores.
Me abismaré en los libros.
O en profundas sábanas de hilo
soñaré con esas hojas en las ramas.
Tú ayúdame a subir para que encuentre
todo el verdor perdido.
***
El estruendo el tiempo inventan palancas
con que volcar encinas, partenones.
Nos minan el corazón en los decenios,
nos obstruyen las venas y el pensamiento.
El nombre de mi dios es levedad,
es velero, libélula, es estrella.
Levantad estatuas a oradores y guerreros
sobre alfombras voladoras.
***
He aquí el espacio mágico donde nada se ha dicho
pero el sentido aflora de nieblas de prehistoria.
Dormimos en casas que separan kilómetros
mas nuestros sueños llegan a reunirse en lo alto.
Tan perfecta es la espera (o el entendimiento)
que será una lástima transformarla en palabras.
¿Sería preferible a la vida el silencio
aunque el silencio sea quintaesencia de vida?
***
He salido del feudo, mi vida
de delicadas fantasías. En el canto
polifonías irrumpen, y se muestran
las más impensadas perspectivas. Al siervo
de la gleba se le abren los océanos.
Pues solapada mecha es el amor.
Se incuba largamente, se conoce «de oídas»,
es una historia ajena, algo improbable.
Luego alcanza el castillo, y en mil trozos
la entera vida estalla.
***
A los veinte años yo no era feliz
y no querría que el tiempo pudiera desandarse.
Un sauce de plata me consolaba a veces,
otras lo conseguía con presagios, promesas.
Nadie declara nunca cuán difícil resulta
la juventud. Llegados al cabo del camino
tiernamente podemos contemplarla. Los dos,
quizás por vez primera.
***
Acojo la mañana entre los brazos
como la madre a su recién nacido.
Tu voz por teléfono, aleluya,
doy gracias a Dios que me ha creado.
Un puente de palabras es luz pura.
Hacia una nueva vida me encamino
como Él sobre las aguas. Resplandecen
las células de la sangre.
***
Existen los labios de aquel hombre,
y justifica el tiempo sus desastres.
Yo sólo soy aullante arteria viva,
llevo la sangre del mundo.
Punto perdido en la oscuridad inmensa,
sé las leyes del sol y de la muerte.
El logaritmo que la flor supone
es mi aliento.
***
Soy esclava del tiempo, las horas y los días
son cilicios con sus agudas puntas.
Quisiera ser el rayo que serpea
en un instante por los cuartos todos
un lazo incandescente que condense
el discurso esencial, sin mediaciones,
palabras ritmos músicas semánticas,
sólo labios de fuego.
***
Este amor, este oasis florecido
será pronto una ruina inmensa.
Los capullos se mustian, el follaje
no apunta ya hacia el sol.
Acoger, aceptar aquel destino
es aguda ruptura, quemadura, corte.
¿Coliseos, Partenones tendrán llanto
a la caída de la primera piedra?
***
En una historia que creía cerrada,
se abre de improviso una ventana.
Irrumpe aire de alturas, alegría,
copos de nieve de felices pascuas.
Entonces es vileza resignarse
si puede calentar una palabra al mundo.
Quien padezca, recuerde: el tiempo cambia
sus ritmos como el mar en el otoño.