Presentamos algunos textos del destacado poeta chileno y Premio Nacional de Literatura, pertenecientes a su libro Desandar lo andado.
Manuel Silva Acevedo
A SU DEBIDO TIEMPO
Nena querida, descubrirás a su debido tiempo
que el infierno es la estación más larga de la vida
Aquí me ves lamido y dorado por las llamas,
balbuceando palabras en la página que arde
por los cuatro costados,
pálida sombra del que ayer reía a mandíbula batiente
acodado en el mesón del banquete ilusorio
Nena infamante y caprichosa,
me inflamo por trincharte y devorarte
con esta dentadura bestial
que el Demonio me dio.
AL ACASO
Pasadas a través del sueño
como espadas sin ruido,
mujeres, nada más que mujeres,
mordidas por la noche en el costado,
perfiladas e inmóviles diosas de roca viva
colocadas en la tierra al acaso
Me he atrevido a tocaros con unción,
he tenido tal vez la desvergüenza
de cubriros de besos.
REACCIÓN EN CADENA
Un inocente paseo por el bosque
puede llegar a convertirse
en una implacable cacería.
Un inofensivo intercambio de miradas
puede desatar la reacción en cadena,
la desintegración total de la materia.
Besaría su boca, pero el riesgo es incalculable.
MUSA ARAÑA
La delinco con premeditación y alevosía,
la gano palmo a palmo,
asalto sus primeras colinas,
arrastrándome por sus laderas olorosas,
convirtiéndome en su duro zapador masculino,
en su horadador, en su cateador, en su minero,
en su explosivista, en su explotador,
socavándola, mechándola, atreviéndome a todo
en todas sus entradas y salidas,
salivándola y escoriándola,
adobándola como un puerquito,
colmando de atenciones sus lunas,
sus deslizamientos, sus hoyito y hoyuelos,
clavándola, dragándola, empalándola,
llevándola a mi juego,
desbordándola, emboscándola, copándola,
mordiéndola por los flancos,
en pinzas, en rastrillo, en cabeza de playa,
cayéndole por sorpresa,
tomándola por la retaguardia,
pasándola a cuchillo,
rematándola con bayoneta calada,
incendiando su cuartel general,
haciendo prisionero a su estado mayor
fusilándola sumariamente,
llenándola de fuego,
quemándola por dentro
como una bala dum dum,
como un caballo de troya en llamas,
untándola de esperma,
llenándole los pezones de miel
y las nalgas de melaza brillante,
rebalsándole la boca de mí,
caída de bruces rendida y humillada
y exhibida de cuerpo entero
como una esclava, como una perla rara,
y alzada desde la ignominia
y elevada a la más alta condición
de Ronca, Musa Araña, Ave del Paraíso.
ZOO
Corro como un dogo,
salto como un gamo,
río como un mono,
rebuzno como un burro
masticando violetas,
revoloteo como un cuervo
sus hondonadas,
rujo, gruño, grazno,
bramo de ganas,
gimo de gozo
en sus verduras.
Todo mi zoo la festeja.