Lobos y ovejas
Hay un lobo en mi entraña
que pugna por nacer.
Mi corazón de oveja, lerda criatura
se desangra por él.
*
Por qué si soy oveja
deploro mi ovina mansedumbre.
Por qué maldigo mi pacífica cabeza
vuelta hacia el sol.
Por qué deseo ahogarme
en la sangre de mis brutas hermanas
apacentadas.
*
Me parieron de mala manera.
Me parieron oveja.
Soy tan desgraciada y temerosa.
No soy más que una oveja pordiosera.
Me desprecio a mí misma
cuando escucho a los lobos
que aúllan monte adentro.
*
Yo, la oveja soñadora,
pacía entre las nubes.
Pero un día la loba me tragó.
Y yo, la estúpida cordera,
conocí entonces la noche,
la verdadera noche.
Y allí en la tiniebla
de su entraña de loba
me sentí lobo malo de repente
*
Si me dieran a optar
sería lobo,
pero qué puedo hacer si esta pobre pelleja
no relumbra como la noche negra
y estos magros colmillos no muerden ni desgarran.
*
Si me dieran a optar
sabría acometer como acometo ahora
esta mísera alfalfa, famélica, ovejuna.
*
Si me dieran a optar
los bosques silenciosos serían mi guarida
y mi aullido ominoso haría temblar a los rebaños.
Pero qué hacer con mis albos vellones.
Cómo transfigurar mi condición ovina
*
Yo era una oveja mansa.
Siempre miré hacia el suelo.
Yo era sólo una oveja rutinaria.
Yo era un alma ovejuna
sedienta de aventuras.
Yo era en el fondo
una oveja aventurera.
Yo deseaba convertirme
en oveja descarriada.
*El verso en negrita corresponde a un verso de “Los motivos del lobo” de Rubén Darío.