Es una de las voces mayores de la poesía argentina. Nació en junio de 1896 en la provincia de Entre Ríos, y llevó durante más de ochenta años una existencia alejada de las estridencias, los ocasos y fulgores del “hampa” literaria. Absolutamente original, no podemos sumirlo en ninguno de los movimientos poéticos que surgieron, se  desarrollaron y desaparecieron a lo largo de su prolongada vida. Su lírica exalta el misterio del mundo natural de su provincia natal, donde la belleza de lo existente se contrapone y se imbrica sutilmente con el horror de factura humana.
Entre sus obras figuran: El agua y la noche (1933), El alba sube… (1937), El ángel inclinado (1938), La rama hacia el este (1940), El álamo y el viento (1947), El aire conmovido (1949), La mano infinita (1951), La brisa profunda (1954), El alma y las colinas (1956), De las raíces y del cielo (1958), En el aura del sauce (1970).