Poemas insurrectos
De Palabra de Mujer
CRÓNICA (desde la piel)
Mujer soy
contradictoria
instancia que aletea
saca cuentas
decide el almuerzo
balancea proteínas
recuerda sus tareas a los hijos
abre la puerta de la cocina
y pela papas
Walt Whitman
resbala por mi pecho
De Óvulos
PAPAS
Hicimos el amor
una noche
y yo casi dormida
pensaba en el canasto
–si quedarían papas–
Ahora que las papas están
cocidas
y ni una sola quiere entrar
a mi boca
te digo
podríamos haber comido
amor
toda la vida
NUBES
Las nubes arremeten contra el cielo
y se viene la lluvia
pero no se viene
el frío agranda las rendijas
y se viene la lluvia
pero no se viene
el miedo camina entre las sílabas
y se viene la lluvia
pero no se viene
De Oda al Macho
VII
Tus piernas
un muelle sumergido
en mi fondo pedregoso
Graznido de pájaro
a ras de seno
Crujir de casa
a pleno viento
Golpe de tronco
contra muslo
Y por fin
llueves
torrencialmente
sobre mí
De Poemas Insurrectos
PROCLAMA 1
Me declaro ingobernable
y establezco mi propio gobierno
Inicio un paro indefinido
y que el país reviente de basura
esperando mis escobas
Soy mujer de flor en pecho
y hasta que se desplomen los muros de esta cárcel
Me declaro
termita, abeja asesina y marabunta
y agárrense los pantalones
las faldas ya están echadas
De Sur
TENER
Una huerta cercada de palos
al fondo diez hileras de papas
frambuesas a la vera del cerco
una diagonal de arvejas enrejadas
porotos entre una y otra corrida de ajos
a la izquierda de la zanja grosellas
otras diez matas
Luego vendrán cebollas y cebollines
tres manzanos de limón y un peral viejo
junto al banco de sentarse a mirar
entre un cerezo corazón de paloma
y dos ciruelos
Zapallos y alcayotas
tendrán su tierra abonada
y un lugar que aún no diviso
al otro lado de estas palabras
antes del establo de los caballos
que escucho pastar cerca de mi futuro
Y cómo los oigo moler en la dentada
la huerta de mi esperanza
De Cantos de la Duramadre
VII
Ahora
por ese niño que baja
corriendo desde el cerro
después de contar
una a una sus ovejas
Por él que agitó saludos
al bote de sus abuelos
-que ellos nunca vieron-
Por él que después hizo
un atado tosco
con sus leñas y sus sueños
y bajó raudo
para que el pan
no se atrasara en el horno
Por él y por su madre
que lo recibió alegre
alzando brillos en la mirada
me siento por fin
a prodigar esta mesa pálida
y ya sorbo mi taza
de vida caliente