Gloria Gervitz

Migraciones

 

 

 

 

MIGRACIONES

 

y llegaron los tejedores de sillas

y los carpinteros con sus maderas de encino y de naranjo

y los herreros con sus barandales como enredaderas

y los hombres de las plantas y los ensambladores desmemoriados

y al fondo del corredor de ladrillo las orquídeas y las jaulas de los canarios

y el cardenal y los pericos australianos y las gardenias perfumándose

y ese gusto de vivir

me enjuagan el cabello con una jícara y suben el volumen del radio

y yo huelo a palmolive y a rosas y la alegría se esparce y la madre canta boleros

 

se prepara el cuarto de las abluciones

las paredes frotadas con aceite de almendro

espeso el brillo de los mosaicos y de las bancas sumergidas

y las mujeres depilándose con cera caliente zurean como palomas

entre vapores blancos de eucalipto

 

nubes rojas como venas surcan la tarde

cambian las mareas

rómpete día

me han ungido con nardos

y albahacas

 

me sostienen porque estoy ebria

me dejan dormir en un cielo púrpura

 

parada sobre la estera de bambú

lavo mi sexo el clítoris duro y henchido

 

y el placer se hace tan intenso

que también me orino

 

 

*

 

 

el pelo se me hace vulnerable

¿hacia dónde regreso?

estoy anclada

no hay polvo

está la inmovilidad de los objetos

absoluta quietamente detenida en mí

 

en otra memoria

lo incomprensible transparente

los visillos abriéndose

una mujer una ventana

 

los árboles rompiéndose las alas en la luz

y la mujer en la ventana

escena después del blanco

 

en las oficinas los teléfonos están ocupados y las secretarias

pasan una y otra vez el mismo memorándum y nadie sabe que está vivo

 

¿cuál porción de la realidad es más frágil

la mía

o aquella en la que me ven los demás?

 

y la música abismándose

y las fotografías en cajas de habanos

 

los cables delgadísimos ríos de golondrinas

el calor como colmillo de jabalí

 

el sol hundiéndose en la canícula

y ella con un ramo de alcatraces desembarcando en el Puerto de Veracruz

 

¿te acuerdas?

 

rómpete memoria

rómpeme

 

 

*

 

bébeme como si fuese agua

derrámame

 

y ocultándose en la amplitud del vestido

hundiéndose

tímido

 

un olor lila

un pétalo

 

los pétalos apenas cubriéndola

las lilas deshilándose entre las piernas

 

el deseo monótono y negro como una caja de laca china

 

y como un perfume que hubiera envejecido en el frasco

no se parecía a nadie

ni siquiera recordaba

 

¿qué debo recordar?

 

¿qué miedo olvidado debo recordar?

 

 

*

 

mis muertos son tan reales como yo y les hablo en ruso y en idish

 

y en la casa las baldosas recién pulidas

la oscuridad humedeciéndose en los armarios

las sábanas de lino almidonadas

la ropa impecable que todavía huele a ti

y el polvo escondiéndose como un animal

 

¿ y tú por qué te escondes atrás de la migraña cuando te hablo?

 

¿me escuchas?

 

 

*

 

sin oponer resistencia

en la espera

en la anunciación

en la quietud que antecede a la visita

que antecede al nombre

en la belleza absoluta del regreso

en la fiebre

en la percepción anulada

en la fragilidad

nadie a quién decir esto

¿quién puede decir su propia vida?

 

y no hubo tiempo porque esperé otra cosa otra palabra

la impronunciada la inoída

 

y nos dispersamos en la rutina

 

y las palabras que no dijimos las verdaderas las que sí decían

quedaron en aquel sueño del que no pudieron despertar

escúchalas

 

ahora que ya no estás déjame decirte

 

 

*

 

como Jonás en el vientre de la ballena

como la sibila dentro de las paredes húmedas

sin saber qué decir sin nada para decir

por ti siempre para ti

esta fidelidad debe haber sido a mí misma

 

viejos sentimientos cuidadosamente olvidados rompen el olvido

y sabes que te hablo a ti sólo a ti para siempre a ti

 

el aire se llena de flores

la lluvia también se desplaza hacia el sueño

lentamente recupera su sombra

se inclina como un sauce

cae

yo regreso a casa

 

 

*

 

aquella muchacha sola en el muelle

esta imagen para siempre

¿qué vida fue ésta?

 

¿y qué es lo que esto quiere decir?

y mi voz confundiéndose con la tuya

los pájaros golpeándose contra la luz

 

el verano desbordándose

y ellas escribiendo cartas en un idish que ya nadie habla

¿esa mujer soy yo?

 

 

*

 

flujo y reflujo de los años vestales

 

aquí adentro la luz se derrama

y la palabra cruza el umbral

 

y me llené la boca de tierra

para callar las palabras

 

 

*

 

¿y de qué madre huyo?

¿y qué madre huye de mí?

dichoso aquel que huye de su madre

dice Lezama Lima

y yo de quién huyo si traigo el útero dentro

de quién si no puedo salir de esa matriz

no puedo salir y la madre

está fría y está cumplida

y yo allí hambreándome de su hambre

allí dentro de esa madre que tuve

allí dentro de esa madre que me inventé

y nos devoramos la una a la otra

y no nos saciamos

y la madre también soy yo

 

 

*

 

Dijo:

yo soy La palabra

yo soy la que nace naciéndose de sí misma

ábrete para que te llene de mí

ábreme tu sexo ábremelo

y siente cómo penetro y te fecundo

ábrete al placer de estar preñada de lo que no puede decirse

y que ahora sabes

siéntelo

deja que te inunde

no tengas miedo

estoy aquí

aquí en ti y contigo

gózame y goza tu vida

la única y tuya y de ti y para ti

esta es la única eternidad que tendrás nunca

date a luz a ti misma

empújate hacia afuera

y nómbrame

Gloria Gervitz (Ciudad de México, 1943- 2022). Fue una poeta mexicana descendiente de judíos de Ucrania. Residía en Estados Unidos. Graduada en Histori ... LEER MÁS DEL AUTOR