Migraciones
MIGRACIONES
y llegaron los tejedores de sillas
y los carpinteros con sus maderas de encino y de naranjo
y los herreros con sus barandales como enredaderas
y los hombres de las plantas y los ensambladores desmemoriados
y al fondo del corredor de ladrillo las orquídeas y las jaulas de los canarios
y el cardenal y los pericos australianos y las gardenias perfumándose
y ese gusto de vivir
me enjuagan el cabello con una jícara y suben el volumen del radio
y yo huelo a palmolive y a rosas y la alegría se esparce y la madre canta boleros
se prepara el cuarto de las abluciones
las paredes frotadas con aceite de almendro
espeso el brillo de los mosaicos y de las bancas sumergidas
y las mujeres depilándose con cera caliente zurean como palomas
entre vapores blancos de eucalipto
nubes rojas como venas surcan la tarde
cambian las mareas
rómpete día
me han ungido con nardos
y albahacas
me sostienen porque estoy ebria
me dejan dormir en un cielo púrpura
parada sobre la estera de bambú
lavo mi sexo el clítoris duro y henchido
y el placer se hace tan intenso
que también me orino
*
el pelo se me hace vulnerable
¿hacia dónde regreso?
estoy anclada
no hay polvo
está la inmovilidad de los objetos
absoluta quietamente detenida en mí
en otra memoria
lo incomprensible transparente
los visillos abriéndose
una mujer una ventana
los árboles rompiéndose las alas en la luz
y la mujer en la ventana
escena después del blanco
en las oficinas los teléfonos están ocupados y las secretarias
pasan una y otra vez el mismo memorándum y nadie sabe que está vivo
¿cuál porción de la realidad es más frágil
la mía
o aquella en la que me ven los demás?
y la música abismándose
y las fotografías en cajas de habanos
los cables delgadísimos ríos de golondrinas
el calor como colmillo de jabalí
el sol hundiéndose en la canícula
y ella con un ramo de alcatraces desembarcando en el Puerto de Veracruz
¿te acuerdas?
rómpete memoria
rómpeme
*
bébeme como si fuese agua
derrámame
y ocultándose en la amplitud del vestido
hundiéndose
tímido
un olor lila
un pétalo
los pétalos apenas cubriéndola
las lilas deshilándose entre las piernas
el deseo monótono y negro como una caja de laca china
y como un perfume que hubiera envejecido en el frasco
no se parecía a nadie
ni siquiera recordaba
¿qué debo recordar?
¿qué miedo olvidado debo recordar?
*
mis muertos son tan reales como yo y les hablo en ruso y en idish
y en la casa las baldosas recién pulidas
la oscuridad humedeciéndose en los armarios
las sábanas de lino almidonadas
la ropa impecable que todavía huele a ti
y el polvo escondiéndose como un animal
¿ y tú por qué te escondes atrás de la migraña cuando te hablo?
¿me escuchas?
*
sin oponer resistencia
en la espera
en la anunciación
en la quietud que antecede a la visita
que antecede al nombre
en la belleza absoluta del regreso
en la fiebre
en la percepción anulada
en la fragilidad
nadie a quién decir esto
¿quién puede decir su propia vida?
y no hubo tiempo porque esperé otra cosa otra palabra
la impronunciada la inoída
y nos dispersamos en la rutina
y las palabras que no dijimos las verdaderas las que sí decían
quedaron en aquel sueño del que no pudieron despertar
escúchalas
ahora que ya no estás déjame decirte
*
como Jonás en el vientre de la ballena
como la sibila dentro de las paredes húmedas
sin saber qué decir sin nada para decir
por ti siempre para ti
esta fidelidad debe haber sido a mí misma
viejos sentimientos cuidadosamente olvidados rompen el olvido
y sabes que te hablo a ti sólo a ti para siempre a ti
el aire se llena de flores
la lluvia también se desplaza hacia el sueño
lentamente recupera su sombra
se inclina como un sauce
cae
yo regreso a casa
*
aquella muchacha sola en el muelle
esta imagen para siempre
¿qué vida fue ésta?
¿y qué es lo que esto quiere decir?
y mi voz confundiéndose con la tuya
los pájaros golpeándose contra la luz
el verano desbordándose
y ellas escribiendo cartas en un idish que ya nadie habla
¿esa mujer soy yo?
*
flujo y reflujo de los años vestales
aquí adentro la luz se derrama
y la palabra cruza el umbral
y me llené la boca de tierra
para callar las palabras
*
¿y de qué madre huyo?
¿y qué madre huye de mí?
dichoso aquel que huye de su madre
dice Lezama Lima
y yo de quién huyo si traigo el útero dentro
de quién si no puedo salir de esa matriz
no puedo salir y la madre
está fría y está cumplida
y yo allí hambreándome de su hambre
allí dentro de esa madre que tuve
allí dentro de esa madre que me inventé
y nos devoramos la una a la otra
y no nos saciamos
y la madre también soy yo
*
Dijo:
yo soy La palabra
yo soy la que nace naciéndose de sí misma
ábrete para que te llene de mí
ábreme tu sexo ábremelo
y siente cómo penetro y te fecundo
ábrete al placer de estar preñada de lo que no puede decirse
y que ahora sabes
siéntelo
deja que te inunde
no tengas miedo
estoy aquí
aquí en ti y contigo
gózame y goza tu vida
la única y tuya y de ti y para ti
esta es la única eternidad que tendrás nunca
date a luz a ti misma
empújate hacia afuera
y nómbrame