Todavía no es la hora
(Traducción al español de Emilio Coco)
Hasta cuando quieras hablarme
yo me quedaré contigo toda la noche
para que las piedras creen a veces
un cielo estrellado
porque el alma es el otro de mí
inquieto
que busca la pureza en cualquier lugar.
Pero cómo perseguir a la órbita
que huye del alfabeto
a la palabra que aparece de improviso
como fulgor de luz en el cielo.
Inasible pruebo la línea de la oscuridad.
No me digas que es imposible morir
en el lenguaje común
Presta oídos al sonido
y al escalofrío de la página casta
si puedes
Traduce el viento
traduce el sentido del momento fugaz.
Y si palabra te parece escuchar
no dudes:
es todavía Dios que canta
con voz de ruiseñor.
*
Ahora te preguntarán
cuántos peldaños hiciste,
si sembraste los campos,
las madres que tuviste.
Ahora medirán
la exacta dimensión de los ritmos temporales,
el sentido del color,
la docta fantasía que los encierra.
Y yo no soy sino el dolor
que se queda petrificado como una roca.
No soy sino la tierra desmigada
que se juega su destino en un regazo.
*
Yo también llegaré a Roma
como San Pablo
entre los sordos
los mudos
los paralizados verdaderos y los falsos.
Yo también seré matado
por los sacerdotes del Templo
rudos guardianes de páginas asesinas.
Luego alguien
tomará el viento con mis palabras
y corazones endurecidos se conmoverán
porque fui amigo del aire
y del humilde oído que me escucha.
*
Estoy en el Sur
porque la vida es dura
y tú piensas ser el dueño
que levanta la voz
pone las manos en el bolsillo
y se compra incluso las vidas.
Estoy en el Sur
porque el viento se levanta él solo
y no basta ignorar las razones
cerrarle el curso a la memoria
para excluir los sueños de rescate
la competición libre
la lucha.
Estoy en el Sur
porque tengo mi historia de héroes
y el mar de un dios
porque me das por perdido
e Ítaca vuelve con su rey.
*
Hace ya tantos años que vago
y el corazón me empuja
hacia otros acontecimientos.
Las luces distraen la noche
alteran ciudades sin medida
mas el deslumbramiento no muda los sortilegios.
Hay algo que de allí arriba nos mira.
Y como siempre me entrego al viento
intento fijar una esperanza.
Los ángeles vendrán a remar
las madres aprenderán a amar.
Pero todavía no es el tiempo justo.
No nacerá.
Esta noche el niño
no nacerá.
*
Todavía no es la hora.
La estrella se desplaza en la noche
pero no entiende dónde la hierba
se volverá fluorescente
y el buey paciente
y la cabaña tan desnuda
tan pobre
como para contener todo.
Cabalga las ramas del tiempo
el pueblo indio.
El rey de la lluvia espera
el relámpago que nos vuelva invencibles
y con los ojos espante a la muerte.
Un dios nacerá con el rostro pintado
y será ofrecido a un cielo de sombras
consagrado al fuego y a las nubes.
No tendrá la voz del lobo
no beberá la sangre del cordero
vendrá
vendrá
donde la balanza no está trucada
y el corazón arde.
*
Así quisiera
que yo padre
y tú amado hijo
hallásemos la manera
de hablarnos siempre
y vencer esas absurdas tentaciones
de desprender distintas verdades.
Yo antigua encina
tú tierna rama
no por eso divididos
no por eso lejanos.