La osa madre
(Versión al español de Esteban Moore)
En el Bar Maverick
Entré al Bar Maverick
en Farmington, Nuevo México.
Y bebí bourbon puro, dobles,
seguidos de cerveza.
Mi pelo largo estaba recogido bajo la gorra
y había dejado mi arito en el auto.
Dos vaqueros bromeaban en voz alta
y hacían sus payasadas junto a las mesas de pool,
la camarera nos preguntó
¿De dónde son Uds.?
Una banda de ‘country-western’
comenzó a tocar
“Nosotros en Muskokie no fumamos marihuana“,
con la canción siguiente
una pareja salió a la pista de baile.
Se agarraban uno al otro como en esos bailes de la secundaria
durante los cincuentas,
que yo recordaba de la época en que trabajé en los bosques
y en los bares de Madrás, Oregon.
Esa alegría, esa rudeza, de pelo corto –
América – tu estupidez.
Si, casi podría volver a amarte.
Salimos -caminamos hacia la banquina de la autopista-
bajo las viejas vigorosas estrellas-
bajo la sombra de los grandes peñascos,
regresando a mí mismo
al verdadero trabajo
‘A lo que se debe hacer ‘
Palta
El Dharma es como una palta!
Algunas partes tan maduras que no lo podés creer,
pero esto es bueno.
Y otras partes duras y verdes
sin demasiado sabor,
del agrado de aquellos a quienes los huevos
les gustan bien cocidos.
Y la piel es fina,
su gran semilla redonda
en el medio,
es tu propia Naturaleza Original―
Pura y suave,
casi nadie trata de partirla, abrirla
ni tratan de ver
si alguna vez crecerá.
Dura y escurridiza
da la impresión
de que deberíamos plantarla ―pero entonces
se escapa a través de los dedos ―
se aleja.
La osa madre
Para hablar del modo en que come los salmones
ella se cubre el rostro
Me fastidia con
“Qué podés saber de mis costumbres”
Y me besa a través de la montaña
A través de sus estratos acumulados, sus
hondonadas, sus pliegues;
su boca llena de arándanos,
que compartimos.