Crepúsculo y otros textos
(Presentamos a continuación poemas inéditos para Revista Altazor)
(Traducción al español de Virginia López Recio)
HAY ÁRBOLES
Hay árboles que despegan ante
nuestros ojos
Arrancan sus raíces de la tierra
Se extienden con sus volátiles ramas hasta el infinito
Se convierten en farolas del vacío
En tejidos de la noche, que resiste a la luz
Hay árboles imanes para las soldaduras
etéreas
Instrumentos de sondeo de la tierra con aplicaciones
secretas en el forro del azul
Árboles que ondean en el caos sus escuálidas
ramas
Como invitaciones de lluvias
Y recolectores de los vientos
Hay árboles hitos en las colinas
Barómetros de los torbellinos descendentes
Diccionarios de la tormenta
Ayudantes de la reanimación de la memoria
Hay árboles que buscan por nosotros
Esa incógnita de nuestra caída
CIPRÉS
Árbol en la cúspide
Grito de soledad despiadada
Gráfico de la desesperación
Todo eso ocurre a la vez y el árbol lo grita y yo sé que toda esa imagen no es más que la
proyección de nuestro colapso psíquico y sólo nosotros vemos nuestro mundo de esa
manera y sólo nosotros cargamos con nuestra cruz por encima de la línea del horizonte.
Salve, pequeño y demacrado ciprés que te
absorbe el vacío
Salve, esbelto ciprés de arados grises
Salve, nuestro pequeño y asustado yo ante
el espejo de la claridad natural
Puesto que todos aquí vamos a dar testimonio, ahora
ESTÁ NEVANDO
A través de las grietas del cielo
A través de las griegas del recuerdo
Está nevando sin cesar
Se hielan los cristales el viento las lágrimas
Está nevando y tienen hambre los pájaros
Tienen frío los sin techo
Mueren de frío mis muertos
ESTÁ LLOVIENDO
Está lloviendo y los hoyos
Me comen hasta adentro
Siento que ya no vivo y que sólo floto
Pero ven tú a secar mis marismas
Ven a hacerte río y a dejar que se lleve
Los sedimentos y los lodos
Los pájaros muertos y los árboles rotos
Y sobre todo aquellas palabras sobre las que
Fueron ahorcados antes de ahogarse los amargados
CREPÚSCULO
Estaba oscureciendo y mi vecino
Para charlar me visitó
Y yo vainilla y agua le ofrecí
En el balcón de madera
Pero él con terror
De pronto apartó lejos su vaso
Y aunque no conocía a Safo ni a Homero
Ni de Lorca ni de Yesenin había oído
Por Dios -exclamó-
Dentro del vaso a la luna
Estoy viendo ahogarse
-Ayuda
QUIÉN
Puentes de colores – hamacas
Brisas de río y nubes
Cielo como oro fundido
Y yo a la espera, llorando
¿Quién bajará
Del puente del arcoíris?
¿Quién subirá?
¿Cenicienta?
¿Ganímedes?
¿Los Tres Reyes Magos?
¿Antínoo de Delfos?
¿O el príncipe de la luz bordada
Que trae la cinta de siete colores
Para atarle el pelo?
DE VIENTO
Se separaron nuestros caminos
Porque dejaste ya de seguirme
Y yo para encontrarme contigo
Tengo que volver hacia atrás
Con todos los surcos del tiempo sobre mí
Con todos los arroyos de tristeza dentro de mí
Con todos los colores descoloridos del cambio de tiempo
Tengo que volver triste y exhausto
Allí donde tú dejaste de avanzar
Y altanero te detienes con la sonrisa helada
Tallado en esmalte y piedra
Inmune ya a las amenazas de la vejez
Siempre bello y entusiasta
De tierra de viento y liviano
ABIGARRADO
Un olmo crece de manera extraña
Y los tristes se reflejan en sus hojas
En su cima prospera la primavera
Dejando en las ramas algo esponjoso como el musgo
Y ramajes prometedores.
En la mitad se duerme el otoño
Mientras es rechazado por estruendos
Que salen de mi memoria
Llena de muertos
En su base el invierno que avanza lento
Canta extraños hechizos y añora
Mis años infantiles – los ya deshabitados
¿Y el verano? Invisible parece
Pero se verá y todo lo sellará cosiendo
Los bordes de las ramas con mi corazón
Obsesionado con su diversidad