Pasodoble y otros textos
DARLE A LA SANGRE
Darle a la sangre un ritmo.
Darle a la sangre voz y viento.
Darle a la sangre el golpe cierto de la sombra.
(Cuando juegues a estar solo
nadie saldrá a decirte
no lo estás,
estoy contigo,
aquí estamos sobre el pasto
mirando la luz herida
los dos)
Darle a la sangre voz y viento,
intemperie y sótano al mismo tiempo.
Darle a la sangre el ritmo de la plata derretida,
intervalos de gota y catarata
entre las venas y los huesos blancos.
Darle a la sangre paciencia
hasta hacer de la piel
una sombra que brille.
ALLÁ EL MAR
Allá el mar,
superficie que oscila
como un seno suavemente acariciado.
Acá los árboles
o su esquema desnudo
por el peso del pulso del otoño.
Allá el contorno azul,
la larga franja de la certidumbre,
su modo horizontal de subrayar profundidades.
Acá los árboles,
mástiles enhiestos
esperando que la brisa marina hinche sus velas
y que la tierra toda comience a desplazarse
lentamente.
PASODOBLE
La vida es un pasillo estrecho
donde nos encontramos frente a frente.
Tu vientre contra el mío.
Yo trato de llegar
al sitio desde el que tú partiste.
Tú tratas de pasar,
para encontrar mi punto de partida.
Mis brazos cómo quieren ayudarte:
te empujan como el mar hacia mi espalda.
Tus brazos tratan de ganar orillas
cada uno por un lado de mi cuerpo.
Me agrando como el mar: tú te le opones
y la humedad te multiplica bosque
que sólo se atraviesa como incendio.
No cabemos los dos en este mundo
y nos vamos a otro largamente.
ESCRIBIENDO EN GERUNDIO
Entre otras cosas
para enriquecerse con los otros, juntos,
al juntar las palabras y formar escaleras y puentes levadizos
que unan habitaciones desconocidas antes.
Para transitar por todas las resonancias posibles
y estropear los usos automáticos, buenos, del lenguaje.
Para ponerse sombras, y sobras, y redobles
debajo de las tapas craneana y torácica,
encenderse los centros y los flancos.
Para que la relatividad deje de ser teoría
y se aparezca Hegel en las noches.
Para perderle el miedo a los disfraces y a las voces distintas.
Al escribir el mundo se incorpora
y lo que parecía inorgánico se organiza y se tensa,
y los sentidos intensifican los radios de sus arcos perceptivos.
Escribir es también revolverse, entrecruzarse con los aspavientos
y abrir encrucijadas donde estaba el silencio enterradito y quieto.
Defenderse de lo definitivo, embriagarse, ver las fotos de lado.
Es cobrar importancia y malgastarla.
BARCO, NAVEGACIÓN, FARO, MIRADA
Barco, navegación, faro, mirada,
arribo a tu mirada sin preguntas,
de dónde voy, de dónde este naufragio,
esta necesidad de oxígeno
que me vuelve arco el cuerpo,
mástil el cuello,
velamen tu cintura,
enorme mar el agua de tu cuerpo
…de dónde voy, de dónde este naufragio.
Toma en cuenta mi cuerpo entre tus labios.
Si tocaras el centro de la noche
cuánta noche podría volverse día.
de qué será el silencio si tu boca
basta para sellar mis labios.
De qué serán tus labios.
Tus labios, mi garganta,
tu nombre, la marea.
Si la marea no fuera tu cintura.
Si dejaras por fin tu ropa,
si la hicieras caer
yo te acompañaría.
Como mis manos van mi boca y mi saliva,
como para nacer o entrar al mar.
Y si yo fuera el mar,
y si afuera del mar no hubiera más arena
que la extendida playa de tu cuerpo.
Nado, atravieso, surjo, me sumerjo
…de dónde voy, de dónde este naufragio.
Se trata de mi piel tratando de encontrarse.
Encontrar a la tuya. La roca que define
su peso entre la espuma.
Este peso, esta sangre, esta temperatura
se encarama a la tuya y le mira los ojos.
Si tu piel encadena su cimiento
adentro de mi piel y la traspasa.
Si tú lates deprisa y me apresuro
otra marea levanta las preguntas.
Si en la penumbra duro lo que duras
porque dices también te necesito.
…de dónde voy, de dónde este naufragio.
Si tú fueras mi punto de partida
aunque hubiera llegado partiría.