Voz, mujer ternura
Diario CRÍTICA, Viernes diciembre 10 de 1965
-PRIMER PREMIO DE POESÍA RICARDO MIRÓ
Entrevistó GRISELDA LÓPEZ*
ROSA CONDECORADA POR UN ALUMBRAMIENTO DE SALOMA
(A la mártir Rosa Elena Landecho)
CORO
Rosa, Rosa, Rosalelé.
Rosa, Rosa, Rosalelé.
VOZ DELGADA Y ALTA
(metiéndose en una saloma)
Rosalelelé
Rosalelelá.
VOZ GRAVE
(Preñada de angustia)
Rosa Canario de luna,
¿Tu flauta dónde voló?
Noche de trenza en la lluvia
¿Lamento quién te volvió?
DUEÑA DE SU SINO
Diana Morán, dueña de su sino y de su signo encarna –como ninguna otra personalidad de nuestro medio poético—al artista inmerso en la realidad cotidiana, ora tan dolida, ora esperanzada.
Su vitalidad poética estriba en su sensibilidad para captar y reflejar tan armoniosamente el ir y venir de la marea popular, de concentrar en una forma tan íntima y particular todo ese sentimiento que no es ya raíz o savia, sino médula, cal, piel o sangre. Su poesía unas veces anda por la calle vuelta imprecación o admonición; otras, firme y vibrante en cualquier salón de un sindicato obrero o en muchas aulas escolares, y otras veces también, se escapa de nuestro medio geográfico y vibra al lado del clamor de justicia que emerge de nuestros hermanos latinoamericanos.
DIANA MORÁN es además de poesía voz y más que voz, mujer y ternura, comprensión, intimidad abierta y más que todo esto, solidaridad, solidaridad vitalmente humana. En Diana se premia a la poesía y al pueblo que se refleja en ella.
Diana trabaja actualmente como profesora en el Instituto Fermín Nadeau, antes lo era en el Liceo de Señoritas.
GAVIOTAS DE CRUZ ABIERTA.
¿Cómo se sintió cuando supo que su Poemario “Gaviota de Cruz Abierta” había resultado triunfador como el Primer Premio en el Concurso Ricardo Miró?
-Cómo es lógico me sentí inmensamente emocionada, pero rato después, cavilé sobre la responsabilidad que entraña resultar favorecida con el Primer Premio del Concurso Ricardo Miró, Sección Poesía.
El hecho de haber resultado triunfadora es un estímulo que me obliga a trabajar, cada vez con más ahínco, en la tarea de entregar alguna vez a ms conciudadanos una obra cuantitativa y cualitativamente decorosa, la obra que me permita cumplir, con la deuda que, como cualquier persona, tenga contraída con la sociedad de la cual formo parte. La obra creadora de un mérito, no surge de inspiraciones súbitas ni de arrebatos líricos de sus atores, es sobre todo del esfuerzo diario, permanente y tenaz de los que, conciben su profesión con gran seriedad.
OBRAS PUBLICADAS. ¿Cómo se inició en la poesía? ¿Qué obras ha publicado? ¿Tiene algún libro en preparación?
Mi vocación poética la sentí desde adolescente, en contacto con las inquietudes estudiantiles de compañeros y compañeras del Nido de Águilas.
Este anhelo se fue reafirmando durante mis estudios universitarios. Mi producción se ha ido enriqueciendo desde que resolví la incógnita de mi paso por la tierra, desde que hube de percatarme que los propios dolores, angustias y esperanzas germinan de los mismos dolores, angustias y esperanzas del pueblo panameño, de cuyas cepas más humildes provengo y también desde que pude asimilar las anónimas metáforas y algo del venero inagotable de la imaginación popular, particularmente cuando serví el profesorado en Antón.
Poemas míos de distintas épocas se han publicado en revistas y periódicos, tanto nacionales como extranjeros. Pero formalmente mi primer libro Eva Definida, publicado en unión de la poetisa Ligia Alcázar. Más adelante apareció “Soberana presencia de la Patria. Ahora como usted ve he resultado triunfadora con Gaviotas de Cruz Abierta y además estoy editando bajo los auspicios del Dr. José de Jesús Martínez, En el nombre del hijo”, Listo para la impresora tengo así mismo “Cristal y Cuarzo”.
TEMÁTICA DEL LIBRO
¿A qué se refiere o que tema aborda su poemario GAVIOTAS DE CRUZ ABIERTA? ¿En qué metro está concebido?
El tema de mi libro es patriótico. En este, rindo homenaje a los mártires de enero de 1964. La forma, como invariablemente ocurre, fue condicionada por el fin que perseguía. Escogí la forma de las antiguas rondas y juegos infantiles, de allí empiezo del metro corto, con la aspiración de que los niños de mi patria hicieran ronda diaria con mis versos, enlazados de la mano, sin pretensión alguna de que recordaran mi nombre sino más bien con el propósito impersonal de educarlos en el ejemplo de amor, lealtad y sacrificio que se debe a la patria enaltecida por nuestra Maritza, nuestro Víctor Manuel, nuestro Ascanio y todos los otros.
Usted y yo, como maestras, sabemos perfectamente, que, a través de los cantos, de las representaciones y los juegos infantiles, el niño va asimilando virtudes, hábitos, formas de conducta y sentimientos que los cincelan para siempre. El mensaje que heredamos de los mártires de enero ya quedó tatuado en la conciencia adulta. Resulta imprescindible llevar este mismo mensaje a los niños panameños, guayacanes del futuro.
El libro lo empecé a concebir desde los propios días de enero. Pero solo pude darle remate, cuando pude encontrar sosiego, tras la profunda conmoción que sufrí por el genocidio norteamericano.
UBICACIÓN. ¿Qué piensa usted sobre la poesía, En lo que parece interminable disputa entre quienes consideran el afán poético con un propósito fundamental de entretenimiento y los que se orientan por el papel social de la literatura. ¿Cómo se ubica usted?
Como te manifesté en otra ocasión, el artista es un ser humano pensante y comprometido, obligado a enfrentar su circunstancia histórico social. Condeno al escritor que se erige en pequeño Dios, sin responsabilidades para con sus semejantes. La obra poética es un hecho social. En mi caso, yo reflejo a través de la maduración dentro de mi yo íntimo, distintos aspectos positivos del mundo de donde vengo y en el que vivo.
Para mí la obra literaria de importancia solo es la que realiza, cumple una misión social mediante un empleo equilibrado de los recursos idiomáticos originales, imaginativos, informales que van a definir su calidad estética.
VALOR DE LA POESÍA. ¿Qué valor le darías a la poesía como manifestación artística?
Considero que la poesía es el ser humano. Ella ha nacido de sus remotas interrogantes ante un mundo desconocido, con ella ha ido desgarrando las sombras hasta encontrar la verdad. Como manifestación artística poesía a los otros frutos de la literatura, ya que por su razón humana han servido y sirven de sustento inagotable a diversos géneros literarios.
Y aquí nos despedimos de Diana Morán convencida de que la poesía ha sido realmente premiada en una voz auténtica del pueblo.
Poemas de Diana Morán
Soberana presencia de la patria
Es enero en las calles donde ruedan los gritos,
nueve o diez en la carne, en la súplica radial
de un arroyuelo rojo para soldar los nervios,
es la fecha de un pueblo que encontró su camino.
Escuchen lo que digo
con una brasa de odio
en el pájaro dulce que habitaba mi seno,
aunque la barba de Walt Whitman hable
de familias de hierba y moral manzanera.
La patria se fue, como siempre se ha ido,
con su camisa blanca
y la corbata azul de adolescencia,
con el civismo juvenil de su paso
y el fértil batallón de sus arterias
a enarbolar el vuelo allí donde cortaron
las alas tricolor de sus emblemas.
Escuchen lo que digo
con la capilla ardiente del rencor más viejo:
Mi patria, cántaro de amor en todo idioma,
que ofrece su agua buena al peregrino
ha arrastrado sesenta calendarios
sin derecho a la fruta, al árbol de su huerto,
saqueada en la bondad de su cintura.
Escuchen lo que digo:
En cada sitio de mi cuerpo hay un dolor de siemprevivas
para contar al mundo la parábola del buen vecino
que aplastó la luz recién nacida.
Muchachita de paz,
exigiste la fruta, el huerto, el asta de tu nombre
y el muro… el muro blanco… el muro rubio
-su carta fraternal… Punta del Este- deshilvanó tu esencia, derramó su cauce,
a la húmeda intemperie de gases lacrimógenos
gemías, Panamá, como un maizal en llamas.
¿Quién me pide cortinas
para azular la piel quemada de estas sienes
que jamás pensaron en tirar un jazmín a las alondras?
¿Quién reclama la sílaba final de un corderito
para ensayar un apretón de manos
aquí, donde quedó sin gasa el hospital
para cubrir la fuga de amapolas?
Quién, quién se atreve a rezar:
Tío Sam, Santa Claus, Cuerpo de Paz
-Arca de las Alianzas, Consuelo del Afligido-
el corazón agujereado
cicatriza con verdes papelillos.
¿Quién me pide que sufra, que suframos de amnesia,
que le demos a Fleming tres medallas
y con Bogart bailemos tamborito
por la amistad del tiburón
y el anzuelo en las sardinas?
¡No! El sol no despierta para ustedes,
usureros del aire.
Ese disfraz de oveja, hermano lobo,
ya no engaña el candor de las violetas.
Ahora ¿cómo bautizarás esta maniobra?
¿Juegos de patos?
¿Operación amiga en Canal Zone?
¿Pildoritas Johnson para el subdesarrollo?
Estos brazos que buscan una forma de niña,
un latido de novio, una frente en los libros,
película no son para soldados morfinómanos.
La viudez de estos cuartos no se vende en coca cola.
El salitre escapado de la herida en desvelo
no es negocio de chicles o zapatos.
Este nueve de enero no es cera de museos,
no es moneda de cambio
ni tiene la firma de Bunau Varilla.
Yo tengo que gritar,
-Oh, prendida garganta de mis muertos- yo tengo que gritar
con su polen de incendio
en los cuatro puntos de la rosa del aire
donde soltó la UPI sus vampiros.
¿Qué palabra,
qué palabra por más sucia que sea
no resulta flor para escupir el rostro
de búfalo en conserva?
Qué adjetivo no es ángel para pintarte buitre,
si por cada paloma que la mano te ofrece
asesinas la mano, la sal y la paloma!
No hay lago, frontera, axila que no lleve
el tatuaje de tus colmillos roedores de luceros.
Malditos de ayer! Asesinos de hoy!
Herodes de siempre!
Los huesitos de Chapultepec…
los huesitos de Atitlán…
Los huesitos de Hiroshima…
La carne, los huesitos de mi patria
molidos con repiques de metralla.
Mi cielo violado, como una niña ciega,
en la torturada inocencia de su pubis,
las venas sacadas de su casa joven,
los hijos deshojados, lirios secos,
la última estrofa del Canto a la Bandera
en el frío ruiseñor de la mirada
y el llanto, el llanto maternal
-Oh vaso ardiente-
sangriento memorial de labio en labio.
Yo tengo que gritar:
Mis muertos son vivas sembraduras,
ataúdes que nutren la esperanza
con el ritmo ascendente de la lucha.
En las cuencas de Rosa revientan las espigas,
en la espalda de Ascanio se arman las legiones
los fémures de Alberto, Teófilo y Rogelio,
son astas invencibles otra vez en el muro.
Los ojos de Ricardo, los labios de Rodolfo,
las células de Víctor, los dedos de Carlos,
las piernas mordidas, sus núcleos morados,
sustancias nacionales, patrimonio se han vuelto.
La sangre de los hombres es historia viviente
savia que da la muerte se incorpora
soberana presencia de la patria.
El gorrión machacado en la lengua de un héroe
fertiliza el reposo de su hielo
y hace nido en la marcha su clarín de conciencia.
Escuchen lo que digo, hoy nueve de enero,
a ustedes tragalunas del mundo,
a ustedes que asesinan los dedos sembradores de olivo:
Del hijo acribillado retoñan muchos hijos,
del obrero en el polvo mil obreros regresan,
del semen inmolado toda cuna germina.
Las tumbas pregonan! Se desclavan las cruces!
De la cal del pueblo, el pueblo resucita!
Y tú, pequeña patria, gigante de esta fecha,
esculpida en la roca de tus muertos
para nacer definitivamente,
abrirás tus alas agredidas
en el dolido cofre de tus peces.
Hasta el último niño en presagio de mieles
ofrendará su pálpito de auroras
por la libre heredad de sus estrellas
Hoy! Mañana! Siempre!
De Gaviotas de cruz abierta
Enero condecorado por un golpe de arterias
Un mes que tiene
nombre de escuela.
El mapa es su cuaderno,
campana, campanela.
Palabritas de esfinge
cruzan la cerca…
Enero es uniforme,
paso de estrellas.
Tréboles del rocío
la noche vela…
¿Quién te dejó
sin venas
lápiz de cera?
Espada o gavilán,
filo de fuego,
cabrito horizontal,
bajel del pueblo.
Medallita de sol,
medallita de sombra,
en el mástil
gaviota
en la carne
amapola,
la pájara pinta
le canta
y le llora.
Es un mes que tiene
nombre de escuela.
Enero es uniforme,
campana, campanela.
El Alba Condecorada por Rojo, Blanco y Azul
A los mártires Jacinto Palacios
Cobos y Alberto Tejada
JUEVES 9 DE ENERO
Alba, coral, coralillo,
¿qué siembra la niña verde?
VIERNES 10 DE ENERO
Alba, coral, coralillo,
veinte banderas al puente.
CORO DE SEMILLAS ROJAS
Arroz cereza,
flor de saril,
aire amapola.
luz carmesí.
Escalerilla,
yodo, cristal,
que pase, pase,
el capitán.
SÁBADO 11 DE ENERO
Alba, coral, coralillo,
¿qué siembra la niña verde?
DOMINGO 12 DE ENERO
Alba, coral, coralillo,
veinte banderas al puente.
CORO DE SEMILLAS AZULES
Madre azulita,
pájaro añil,
alas al viento,
patria sin fin.
Reloj de arena,
reloj de sueño,
que pase, pase,
el minutero.
LUNES 13 DE ENERO
Alba, coral, coralillo,
¿qué siembra la niña verde?
MARTES 14 DE ENERO
Alba, coral, coralillo,
veinte banderas al puente.
CORO DE SEMILLAS BLANCAS
Juego de nardos,
niño algodón,
en cada mano
nácar de amor.
Que pase, pase,
luna mayor,
la sembradora
del arrebol.
MIÉRCOLES 15 DE ENERO
Alba, coral, coralillo,
¿qué hace la niña verde?
JUEVES 16 DE ENERO
Alba, coral, coralillo,
que dos estrellas enciende.
CORO DE TODAS LAS SEMILLAS
Rubí, Maritza,
en el cielo blanco,
en el cielo blanco
Rosa azul.
VIERNES 17 DE ENERO
Alba, coral, coralillo,
¿qué siembra la niña al puente?
SÁBADO 18 DE ENERO
Alba, coral, coralillo,
rojo, blanco, azul y verde.
Ascanio Condecorado por Un Golpe de Mar
Al mártir Ascanio Arosemena
PALOMAR DE NUBES
Lluevan las palomas, lluevan,
que el girasol se va…
Ascanio va adelante,
los otros van detrás.
ALONDRA ENTRE SOLLOZOS
En fila los gorrioncitos,
cuando los vean pasar,
tiendan los jazmincitos
y la estrella de mar.
BAJA MAREA DE INCIENSO
Barco que va de flores,
barco que va de sal,
barco de cuatro albores
y un cordero de altar.
PALOMAR DE AURORAS
Arrullen las palomas
y vuelvan a arrullar:
Ascanio es la bandera,
escudos los de atrás.
ALONDRA ENTRE ALBOROZO
En rueda los gorrioncitos
que aquí está el girasol;
suelten arpas de trinos
y amapolas de amor.
ALTA MAREA DE ESTRELLAS
Barco que vuelve rojo,
barco en las olas de tul,
barco que vuelve blanco
con un cordero azul.
La patria de los niños
CAPERUCITA
(Con voz de corazón entre espinas)
Agonía de palomas,
Ataúdes en la voz,
Crespones para las alas,
Venganza en el corazón.
PULGARCITOS
Somos de la casa chica,
Pulgarcito, Panamá,
Alcancía de corales
Prisionera en el canal.
Hoy no podemos reír
Ni hacer burbujas de arena
Ya n o hay rayuela sonora
Ni tiempo para cometas.
ALADINOS
El lobo se cogió el bosque
Con su máscara de abuela,
Con pólvora de aguinaldo,
Uñas largas por la tierra,
El nueve de enero el lobo
Devoraba las ovejas.
RIZOS DE MAÍZ
Rosita, mata de auroras,
Quebrada como una almendra.
CENICIENTA
Ojo, Maritza sin lunas,
En aviones de azucenas…
BLANCANIEVES
Hielo sobre hielo, Ascanio,
Sin pececillo en la arteria…
CAPERUCITA
Corta… duele…caen los brazos…
¡Hombrecitos! ¡La bandera!
CENICIENTA
Lágrima rueda la bola.
Huérfana la bola rueda,
Sangra, sangra, Caperuza,
Entre cirios por la escuela.
Patines en desvarío,
Duende negro en las aceras,
La tinta que va escribiendo
Sin perdón en cada puerta.
No hay cabellito de ángel
Para el crimen de la estrella.
CAPERUCITA
(con voz de río crecido)
Simbad de todos los mares,
Cenicientas, bambú fresco,
Oriental cejas de trigo,
Aladinos del cerezo…
El lobo se llama dólar,
El lobo mató la paz
El lobo niños del mundo
Lleva barbas de tío Sam
PULGARCITOS
Somos el canario verde
En su jaula de cristal.
Por un camino de espejos,
Por hambre de un general,
El cerro nos robó el lobo
Y los caballos de sal.
RIZOS DE MAÍZ
Mirones de los Oestes,
Juancitos de la distancia,
Pastorcillos, capas rojas,
Soldaditos de las cañas.
El lobo nos robó el bosque,
El lobo se traga el mar,
Busquemos pájara pinta
Cuchillos de rosal.
BLANCANIEVES
Materile…materile…
Que ronca en la oscuridad
ALADINOS
Con botas de siete leguas,
Con hachas de lilolá,
Los enanitos unidos
Lo podemos acabar.
CENICIENTA
Currututú palomita
Roncando en el bosque está…
CAPERUCITA
(con vos de campanario)
El lobo se llama dólar,
El lobo mató la paz,
El lobo niños del mundo
Lleva barbas de tío Sam.
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*Griselda López (entrevistadora). Nació en Guararé, Panamá en 1938. Profesora de periodismo. Fue directora de Canal 11. Escritora, autora de colecciones de cuentos: Piel adentro, Sueño Recurrente y Las capas del tiempo. Su cuento Me comeré la tierra ha sido antologado en varias ocasiones.