Camilo Restrepo Monsalve

Entraña vegetal

 

 

 

 

 

Los sonámbulos

 

Como aquellos que caminan

en la noche

con los ojos cerrados

dormidos sin dormir

despiertos sin vivir

escriben

sus manos abiertas palpan

el rostro del vacío

sus labios que

lejos de la voluntad

continúan hablando

formulan preguntas

para nadie

 

La espina de la imagen

les tensiona los músculos

los arroja de la cama

para que emprendan la búsqueda

de algo que desconocen

pero las palabras nunca les alcanzan

para describir los monstruos

que hallaron en los valles

de su fiebre

 

Vuelven de su trance los sonámbulos

con huesos incrustados en las bocas

y vomitan signos en la página

intentando dibujar un nombre

 

(inédito)

 

 

 

Perder la fe

 

Haya o no dioses, de ellos somos siervos
Bernardo Soares

 

Toco el borde de las cosas

para comprobar el límite

de su existencia

 

Viajero que retorna

del país de la tiniebla

exploro el confín

donde la materia

se transforma en abismo

y muerdo el vacío

que habitaron las formas

al irrumpir del barro

en la primera

mañana del mundo

 

Busco a Dios en este ejercicio

y me reafirmo en el lugar de su ausencia

—nada existe más allá del momento

en que lo acarician mis ojos—

 

Pero a veces también siento

que hay una sustancia indecible

que mana desde lo callado

e impone su presencia

como palpitar sobre los muros

 

cuerpo que renunció a la carne

pero imita desde la penumbra

todos nuestros gestos

 

(inédito)

 

 

 

Entraña vegetal

 

Escoltados por la luna

somos dos espectros

que avanzan entre los árboles

 

A lo lejos

el zumbido de los autos

es el de un enjambre de moscas

que codicia nuestros restos

 

Cerca de las ráfagas de luz

que horadan la autopista

renunciamos a los atavíos

y ofrendamos nuestra desnudez

al viento que congela los huesos

 

Es la entraña vegetal

nuestro lecho

 

el rocío que penetra su espesura

sucumbe a nuestro calor

y retorna hacia los cielos

transformado en dardos húmedos

que dispara nuestro anhelo

 

(inédito)

 

 

 

MIENTRAS IRRADIAMOS

en la inmensa oscuridad

que nos envuelve

 

intentamos encontrar la mano

que disparó la bengala

 

De Padecer la luz (2024)

 

 

 

De pronto está la poesía

 

Y de pronto está la poesía

 

aparece como plaga

en el grano cribado

 

Claridad ensangrentada

que lo cubre todo

 

Agua que sacude los cimientos

pero no los disuelve

 

De El hueso de los días (2020)

 

 

 

Pasión

 

El cordero

dispone su garganta

para el beso

 

Lo que cae del cielo

es luz

 

Junto al madero

descansan los látigos

que habrán de escribir

la historia

en su espalda

 

Mientras el sol

sube hacia el cenit

los hombres desayunan

su plato de redención

 

De Las rutas de la sangre (2016)

 

 

 

Olvido

 

Perdidos los días

en la tarea de amar la nada

las ausencias se convierten

en piedras de locura

 

caen como gotas de fuego

sobre la llaga de la memoria

 

No he olvidado

los cuerpos que me amaron

 

a mí

me olvidó el olvido

 

De Felonías (2016)

 

Camilo Restrepo Monsalve (Medellín, Colombia, 1987). Poeta y editor. Magíster en didáctica de la lengua. Autor de: El espacio que me habita (Mención de ... LEER MÁS DEL AUTOR