Entraña vegetal
Los sonámbulos
Como aquellos que caminan
en la noche
con los ojos cerrados
dormidos sin dormir
despiertos sin vivir
escriben
sus manos abiertas palpan
el rostro del vacío
sus labios que
lejos de la voluntad
continúan hablando
formulan preguntas
para nadie
La espina de la imagen
les tensiona los músculos
los arroja de la cama
para que emprendan la búsqueda
de algo que desconocen
pero las palabras nunca les alcanzan
para describir los monstruos
que hallaron en los valles
de su fiebre
Vuelven de su trance los sonámbulos
con huesos incrustados en las bocas
y vomitan signos en la página
intentando dibujar un nombre
(inédito)
Perder la fe
Haya o no dioses, de ellos somos siervos
Bernardo Soares
Toco el borde de las cosas
para comprobar el límite
de su existencia
Viajero que retorna
del país de la tiniebla
exploro el confín
donde la materia
se transforma en abismo
y muerdo el vacío
que habitaron las formas
al irrumpir del barro
en la primera
mañana del mundo
Busco a Dios en este ejercicio
y me reafirmo en el lugar de su ausencia
—nada existe más allá del momento
en que lo acarician mis ojos—
Pero a veces también siento
que hay una sustancia indecible
que mana desde lo callado
e impone su presencia
como palpitar sobre los muros
cuerpo que renunció a la carne
pero imita desde la penumbra
todos nuestros gestos
(inédito)
Entraña vegetal
Escoltados por la luna
somos dos espectros
que avanzan entre los árboles
A lo lejos
el zumbido de los autos
es el de un enjambre de moscas
que codicia nuestros restos
Cerca de las ráfagas de luz
que horadan la autopista
renunciamos a los atavíos
y ofrendamos nuestra desnudez
al viento que congela los huesos
Es la entraña vegetal
nuestro lecho
el rocío que penetra su espesura
sucumbe a nuestro calor
y retorna hacia los cielos
transformado en dardos húmedos
que dispara nuestro anhelo
(inédito)
MIENTRAS IRRADIAMOS
en la inmensa oscuridad
que nos envuelve
intentamos encontrar la mano
que disparó la bengala
De Padecer la luz (2024)
De pronto está la poesía
Y de pronto está la poesía
aparece como plaga
en el grano cribado
Claridad ensangrentada
que lo cubre todo
Agua que sacude los cimientos
pero no los disuelve
De El hueso de los días (2020)
Pasión
El cordero
dispone su garganta
para el beso
Lo que cae del cielo
es luz
Junto al madero
descansan los látigos
que habrán de escribir
la historia
en su espalda
Mientras el sol
sube hacia el cenit
los hombres desayunan
su plato de redención
De Las rutas de la sangre (2016)
Olvido
Perdidos los días
en la tarea de amar la nada
las ausencias se convierten
en piedras de locura
caen como gotas de fuego
sobre la llaga de la memoria
No he olvidado
los cuerpos que me amaron
a mí
me olvidó el olvido
De Felonías (2016)