(1887- 1961), cuyo nombre real era Frédéric-Louis Sauser, fue un escritor suizo en lengua francesa que adoptó la nacionalidad francesa en 1916 y es considerado uno de los mayores exponentes de las vanguardias poéticas de principios del siglo XX..
Sus viajes, reales e imaginarios, son la fuente de inspiración principal de su muy extensa obra poética, entre la que destacan: La Prosa del transiberiano y de la pequeña Jehanne de Francia, un magnífico poema publicado en una edición desplegable de dos metros de altura en su edición original, ilustrado por Sonia Delaunay, 1913 así como el magistral poemario Le Panama ou les aventures des mes sept oncles (Panamá o las aventuras de mis siete tíos. Escribió también más de treinta novelas, libros de viajes, obras teatrales, coreografías para ballet, estudios e investigaciones antroplógicas y un sinúmero de guiones cinematográficos.
Tras enrolarse en la Legión Extranjera, participó en la Primera Guerra Mundial en la que perdió el brazo derecho, amputado en 1915 por debajo del codo (antebrazo). Este acontecimiento marcará su obra profundamente, puesto que si su brazo derecho es el que le sirve para su oficio de escritor también es el que usa como pianista. La guerra decidió su vocación.
Blaise Cendrars murió en 1961, a los 74 años, luego de haber hecho del mundo un gran pañuelo creativo. Movilizó las vanguardias, influenció a los surrealistas, renovó la prosa francesa, introdujo el cine en la literatura, fue innegablemente el precursor de los Alcoholes de Apollinaire (y quizás de sus Caligramas…), experimentó con películas móviles, fue un poeta visionario y un avanzado novelista, diseñó sorprendentes estructuras escénicas, compuso coregrafías musicales para los ballets rusos y suecos, se apasionó por la cultura africana y fue el primero en reunir sus tradiciones orales en una “Antología negra” en 1921.
(por Giovanna Benedetti)