Arturo Corcuera. Juego de espejos

 

Presentamos tres textos claves del imprescindible poeta peruano.

 

 

 

Arturo Corcuera

 

 

JUEGO DE ESPEJOS

(el poeta)
Para buscar imágenes
me sumerjo en el sueño,
para cazar sirenas
tiro mi anzuelo al espejo.

(álbum de familia)
¡Oh, antiguo espejo,
adónde habrás guardado
la cara del abuelo!

(leyenda)
Cuentan los viejos
que los ríos
de antes
desembocaban
en los espejos.
 

 

 

EN EL CEDAR´S HOSPITAL

¿Y si a los taitantos años de mi edad
los resultados del examen clínico resultaran preocupantes?
No se cohíba, doctor, en decírmelo
aún si fueran mortales.
Que si hay necesidad de cambiar el filtro a los riñones… (en buena hora) ;
que si el colesterol vuela alto… (aterrizaremos juntos) ;
que si el corazón se fatiga… (el precio de tanto amor) ;
que si el hígado está chiflado… (qué le vamos a hacer) ;
que si existe amenaza de embotellamiento en las arterias, (sería una catástrofe) ;
que si el azúcar… (y uno es tan dulce hasta en las amarguras) ;
que si el páncreas… (no olvidar que el páncreas mató a mi madre) ;
que si una sombra en los pulmones,
que si la próstata…

Dígame, doctor, los resultados
aunque los días que me aguardaran no fueran numerosos.
Comprenda que todo tiene su fin de fiesta
y uno debe dejar sus papeles en orden,
reunir y dar los últimos toques
a unos versos a mediohacer, desaliñados,
empaquetar sus chibas,
mudarse lejos, muy lejos,
irse con su música a otra parte.

 

 

 

LA LUNA Y SU ANTIGUO HABITANTE

La luna no es astro,
la luna no es blanca,
la luna no sale de noche,
la luna no es redonda,
la luna no será habitada,
la luna nada tiene que ver con las mareas
ni con los cosmonautas,
la luna es una flor amarilla hecha de vapor niquelado,
la luna es el atisbo inquietante de Narciso desorbitado y loco,
a la luna en su mansedumbre sólo le falta el cisne,
en los crepúsculos la luna funde su metal
para enchapar la cola de las sirenas,
una mujer desnuda sumergida en un estanque
es la otra cara de la luna,
por la cascada sabemos que la luna precipita sus represas,
las bestias engullen la luna en los abrevaderos,
presa de pánico la luna acepta que los lobos
acicalen el colmillo en sus escamas,
la luna es el ojo del náufrago en el temblor
supremo del sobresalto,
los lancheros decapitan la luna con sus remos,
la luna es la sombra amoratada del ahogado
persiguiendo sin sosiego a los navegantes,
la luna ronda los sueños,
la luna es el atajo por donde huyen los enamorados.