Alberto Cecereu

El agua que se evapora en las palabras

 

 

 

PARAISO MOHAWK

 

veo praderas amarillas

veo incendios humanos

veo a ryan gosling

transformarse en un gran torbellino

de sábanas blancas

en el lago ontario

al igual que una industria de poesía electrónica

veo trenes resplandecientes

veo una inmensa ciudad extraterrestre instalada

en el paraíso mohawk

ahí “donde los árboles se yerguen sobre el agua”

y como una danza

de automóviles

veo el devenir de los osos

en los bosques escarlatas

el fin de los territorios

más allá de la tiranía de los hombres

 

 

 

21

 

Juan José aún cree que puede ir a la hacienda en Vitacura

y bañarse en esa pileta gigantesca llena de martini y champagne

está convencido que son los años 60

aún cuando las mujeres rubias creían

que eran las reinas del crepúsculo

 

Juan José mira el sol y sonríe porque recuerda los días que iba a Río

y recorría a torso desnudo la Copacabana

mientras se gastaba cada dólar

que su padre le otorgaba en remesas selladas con papel café

y un mensaje que decía:

“DESCUBRE CÓMO PODEMOS LLEGAR A LA LUNA”

 

Juan José adora caminar persiguiendo las abejas

mientras fuma cigarrillos que le recuerdan

la vez que estuvo en La Habana en medio de la Revolución

y aprendió qué frágil son las olas

en medio de la reconstrucción de un país

 

Por eso es que habla arrastrado

como contando un secreto en el susurro de las mañanas

tratando de convencernos que la existencia de las ciudades

son en verdad las ilusiones de un programador de salmos

y parábolas que yace en el recodo de otras dimensiones

que emergen en la hora de la mudanza de los bellos humanos

 

 

 

27

 

Lucía Estela cuida a los pacientes:

con su estatura alta y delgadez extrema

posee una voz ronca y gallarda

como si fuera de la realeza

nació en Andalucía y cada cierto rato

baila flamenco en medio de la galería naranja

que engalana la clínica

se ríe sola y le habla a los ángeles que reinan en su retina

de vez en cuando nos hace creer que en este país

el arzobispo es la voz del pueblo

y se pone a rezar el ángelus tocándose el cuello de manera sensual

por las tardes se le puede encontrar llorando

a la orilla de la piscina clausurada:

le recuerda los mediodías en Mallorca

cuando aún los hombres le tiraban rosas blancas

para cubrir sus pechos

 

 

 

ÉXODO

 

me han expulsado del paraíso

y solo me queda la comida de los perros

con las banderas rojas adornando

los caminos

tal vez sobreviven

las sorpresas del mundo

la ingeniería ferroviaria

que dibuja la geografía

de las islas

o el conjunto de máquinas

que muelen el trigo

y en el crisol de las posibilidades

llegaría al descanso

al país donde prevalece la bulla del río

 

 

 

MANIFIESTO

 

sólo nos queda el agua

para mirarnos en la floración de la voz

y caminar sobre las letras

de los serafines que gritan al vernos:

nos miran

a través del agua

porque solo nos queda eso

nos queda la humedad de una manifestación eterna:

el graznido de los bosques

en la contemplación del invierno en su transmutación

[amarilla

y es eso

el rumor de lo inolvidable

el murmullo del temporal de labios en la danza de la

[desesperación

como teatros en el drama de la multitud

y es eso

es la mañana que nace en la piel de los ausentes

las caminatas en las calles de piedra

el agua que nos queda

y espero que me escribas

origíname en el brote del soplo

sé bitácora de fenómenos y rastro

del agua que se evapora en las palabras

porque en la compostura de la arena encontrarás la esencia

de todos los hombres

ábreme en el reencuentro de los instantes siniestrados

y volvamos a la vigía de la música

aquellos momentos que con sólo mirarnos nos decíamos todo

el delirio sólo era el llanto de las praderas

y el llanto era sólo la manifestación de los amantes en la pausa eterna

transformémonos

en lo inolvidable

para ser la lluvia en la cual

tu ciudad se destruya debajo de las miradas

y digamos en el coro de los pianos

que nos queda el agua para la fusión de las conciencias

enredando las imágenes de las revelaciones divinas

en los escenarios del olimpo

en fin

seamos escribas de la nueva historia

 

 

 

MANIFIESTO [inédito]

 

[el mundo habla

y evoca

oráculo de mar

verso largo como un espermio]

 

Ginsberg inventó la pradera como una capa de la ciudad

una etapa de sí misma invirtiendo la naturaleza

y trepando hacia arriba las alegorías

 

[vaporizando el extrañamiento]

 

Huidobro                   quien fuera él para crear

la consecución del verbo existiendo

en el orgasmo de las figuras y del diseño de una letra

 

[abajo aparece el mar y el vapor del mar]

 

Pizarnik me trajo a mis manos el fin del onanismo

convirtiendo el cuerpo en el vehículo de una salvación narcótica

la redención del psiquiátrico

 

[el delirio aparece en la sal y las olas]

 

Mayakovski emerge en la retórica de la contradicción

temblor de existencias

burbujas de nubes en la lucha de los obreros

 

[hirviendo]

 

entonces

reduce

abre

manifiesta el temblor

de la emoción del lenguaje

transmuta la materia

en simbología para utilizar

en una revuelta

hila

coce

re cuece

escupe

vomita

crea y recrea una historieta de mentira

una tira cómica de reojo o renombre

montaña de piedra

de marshmallows

de profiteroles

y profilácticos

hundiendo

al igual que se sumergen

la belleza de la simetría

la biblia de los cantos gálicos

galaxia de carnavales

pariendo un planeta en el libro

Ava Gardner conquistando la dimensión desconocida

Paul Newman más hermoso que la pornografía

y los versos galopando

así el coro de los geógrafos

libera la simpleza del nacimiento de un cachorro

gritando más allá de la simpleza

mucho más afuera que

la imaginación de la incompleta poesía

 

[mar en las ascuas de la temperatura

apareciendo en los versos]

Alberto Cecereu (Valparaíso, Chile, 1986). Es Licenciado en Historia y Licenciado en Educación de la Universidad de Valparaíso y Magíster en Gerencia Ed ... LEER MÁS DEL AUTOR