La carne examina sus espinas
La carne examina sus espinas
Tengo un nudo de arrugas secas
Una cuerda de crisálidas atada al cuello
Extiendo los brazos como alas resquebrajadas
Hay un olor agrio que me cubre
Abro los ojos en el agua que hierve en la cocina
-Es lo único que puedo hacer-
Nada podrá con la jauría que me reventará los párpados
Dejo que las bestias se cuelguen de mis ojos.
Lo que diga está lleno de polvo
Debajo de la lengua tengo palabras heridas en combate
Hospitales con sus gasas ahogando la herida
Debajo de mi lengua tengo una legión de escombros
Me he partido los labios por quitar esos restos de piedras
pegados a los dientes
Lo que diga está lleno de polvo
De ciudades en ruinas
Lo que diga tiembla como punto de luz en el agua
será siempre un grito encalambrado
Siempre el domingo apuntándome con su escopeta
Siempre los perros abriendo la tierra para mostrarme sus huesos
Siempre la palabra que se escucha como la explosión de un tiro
Esa misma palabra que cava su tumba dentro de mi boca.
Cielo de soldadura
Jugamos a parir hijos de relámpagos
Los contábamos como insectos blancos
Desaparecían y se pegaban hasta volverse babas
Hasta ser luciérnagas sin cristales
Hasta darnos cuenta que sólo habíamos parido cráneos
de antiguos miedos
Aun así
dejamos atrás las escamas de la ciudad
La podredumbre de los mares que se le han muerto
El camino lo abrimos
Fue una filosa herida que nos cortó las manos
cuando decidimos reventarlo
sacarle las entrañas
y sembrarle una raíz con gusanos de luz
Jugamos a comernos nuestros hijos
a cortar alas y tragarlas como cadáveres de hielo
Nos hicimos desperdicios de animales
Niños muertos
Perros aguardando un cielo de soldadura
Nos hicimos eternidad
árboles en un charco de luciérnagas.
Hada ciega
En la oscuridad alguien dice mi hijo
y la palabra hijo es un puño de espinas que se abre en la garganta
Abre la boca
ábrela bien
y vuelve a decir mi hijo
porque la palabra es agua que comienza a ahogarte los pies
Escarba el agua
quítate el cansancio del viaje pegado al cuerpo
y vuelve a decir mi hijo
mira que hijo no es cualquier filo
cualquier cuchillo
con él podrías cortar un relámpago
cortarme un relámpago
cortarle los ojos a un hada
Te lo pido:
Regálame el hada ciega
Pónmela en el pecho
No me digas de qué especie es
No me llames hada
No me digas el nombre de un pájaro
No clasifiques el vuelo
Déjame el hada
Pero llévate a tu hijo
Antes que la palabra te ahogue
Antes que sea cualquier filo
y no cortes nada con él
Llévate la palabra hijo
Ponle el nombre de un pájaro
Clasifícale el vuelo
Pero llévatela
Te lo pido:
Regálame el hada
Pónmela en el pecho
Hada ciega
Te lo pido:
En esta oscuridad
préstame tus ojos.
La pintura del santo
Hay un niño que llora bajo los pies de un hombre
Y una mujer que dice no poder
que no continúa
y rompe un papel
y los trozos de papel se vuelven moscas en el aire
El niño ensaliva los tobillos del hombre
El hombre llora con el niño
El llanto lo ensordece todo
La mujer se impone sobre el llanto y le dice que haga lo mismo
con el niño
Que lo rompa igual que al papel
Que lo vuelva mosca en el aire
El hombre se hace oscuridad
Es la pintura de un santo con un niño amarrado a sus tobillos
La mujer intenta ponerle un nombre
Buscarle un lugar en alguna iglesia
El hombre se paraliza bajo un marco amarillo
La mujer se aleja y ve que el hombre envejece
que la pintura envejece
se hace condena
hilo de tinta
de fiebre
Un dibujo de agua le crece en la cara
Ni siquiera logra ser lágrima
Y no necesita de iglesias
Es la pintura de un santo con el llanto de un niño bajo sus pies.
Fiesta de náufragos
Encierra los ojos en el hueco de sus manos
Algas colgando de su pecho
Pasa una fiesta de náufragos: Llevan los ojos hinchados de luz
Esquirlas de piedras entre las uñas
Escucha el auxilio del agua en la cabeza del ahogado
Ve la herida abierta
la tierra llena de piel
y la sangre del cuerpo en
el filo de un cuchillo.
El hielo y la carne
Nada se puede hacer con la herida que grita en el centro de la cama
la que asfixio
y llevo hasta la sala como el cuerpo muerto de un recién nacido
que solo puede llorar por un solo ojo
porque el otro se hizo piedra por mirar de frente el fuego de la soldadura
por mirar el precipicio que se funde en la mitad de los metales
La gota de agua en la cocina tiene un filo que corta el aire
-las raíces de hielo que se arrancan de la nevera
la carne que se agrieta en el frío-
Podría también cortar la garganta
Así la sangre lavaría la mugre de los platos
El horizonte de grasa que se forma en las paredes
El último gesto del pez
¿Y quién eres?
El último gesto del pez
Una silaba que nadie usa
Las sobras de un abrazo
Un circo con ciegos trapecistas
La mueca del payaso
Un calendario de cuerda
Un puñado de alfileres
Una jaula para hormigas amarillas
Un pez que llegó a morir lejos del mar
¿Y tú quién eres?
El mar que vino a ver cómo mueren sus peces.