Los que no llegaron
LA BOFETADA
A mi padre
Los ojos de mi padre buscaban descifrar el enigma.
Todos los días de la escuela
eran otros días
otras horas arrancadas al tiempo
a la llovizna.
Escuchaba las voces lejanas
mis pies dolían en el asfalto
las piedras siempre buscaban
una morada en mis zapatos.
Tal vez con mis alas pequeñas
podría alejarme
escapar por los bordes del círculo
tocar el agua con mis pupilas.
La mano gris de mi padre
la mano de los cantos
la mano blanca
golpeó
escupió
pero mi cara no escuchaba
mi cara era oscura
hecha de alambre y frío.
Mi cara era un espejo cubierto.
mi cara no quiso hablar.
(De Los signos y los cantos)
ESCUCHANDO A BILLIE HOLIDAY
Enciendo un cigarro
dos cojines me sostienen la cabeza
mi cuerpo flácido
aplastado y roto
duerme olvidado en otra cara.
Con los ojos recorro el humo
las paredes
las palabras…
mientras la tarde alarga sus formas
apacigua
los círculos dorados del hastío.
Todo se hace menos sólido
hasta las mariposas acuden a esta ventana.
¿Sospechará Billie Holliday
que alguien se inventó este momento?
Para luego seguir la misma ruta de soledad
apagar silenciosamente el cigarro
y pensar que nada sucedió.
(De Los signos y los cantos)
LOS QUE NO LLEGARON
Aquellos niños se perdieron en un bosque negro
venían con sus manitas en gesto de invocación
con los pies torcidos
y los cabellos mojados por la placenta y el desamor.
Los echaron en una cubeta fría
tiritando y con miedo.
Pero tal vez los niños se han quedado
y nos sonríen
ellos no saben de despojos ni de culpas.
(Inédito)
RITUAL
Mi madre corta los tomates
las rodajas caen en la mesa
sumisas y sin frescura.
El cuchillo tiene manchas rojas y amarillas
está mellado por los bordes.
Mi padre la mira desde el sillón
tiene los ojos de un pájaro
pero sus piernas
como trozos de leña
lo mantienen lejos.
En la vieja casa las paredes y los techos mudan la piel
el paisaje y el aire pasan con sus alas
la ventana permanece cerrada
el ladrillo inmutable no ve el sol.
A las siete se friegan los platos
la loza imperfecta se coloca y se olvida
duermen las palabras
ya no danzan como antes.
La noche ciñe a mi madre
mi madre arropa a mi padre
la ventana se sumerge
el cuchillo descansa.
(Inédito)
LA ENGAÑOSA NATURALEZA DE LAS COSAS
La piel es el espejo que nos hace caer a ese vacío
y comprendemos que la salida del sol
–en realidad–, es por el Oeste.
Hay una mujer mayor detrás de una niña
hay una manzana mordida hasta el hueso
las cuerdas de la guitarra tiemblan
las manos del músico
son el reflejo que lo que va primero.
(De La Isla Escrita)