Giuseppe Ungaretti

Agonía y otros textos

 

 

 

(Versión al español de Hugo Gutiérrez Vega)

 

 

 

No grites más

Cesad de matar a los muertos
no gritéis más, no gritéis
si queréis todavía oírlos,
si queréis no perderlos.

Tienen el susurro imperceptible,
no hacen más rumor
que el de la hierba que crece
feliz donde no pasa el hombre.

 

 

 

El puerto sepultado

Llega ahí el poeta
y más tarde regresa a la luz con sus cantos
y los dispersa

De esta poesía
me queda
esa nada
de secreto inagotable

 Mariano, 29 de junio de 1916

 

 

 

Velación

La noche entera
tendida al lado
de un compañero
masacrado
la boca rechinante
vuelta hacia el plenilunio
mientras la tensión de sus manos
penetraba mi silencio
escribí
cartas llenas de amor
Nunca había estado
tan
apegado a la vida

Cima cuatro, 23 de diciembre de 1915

 

 

 

Silencio

Conozco una ciudad
que cada día se llena de sol
y todo se arroba en ese momento

Partí de ahí una noche

En el corazón llevaba el canto
de las cigarras

Desde el buque
pintado de blanco
vi desaparecer
mi ciudad
dejando
pocas cosas
un brazo de luces en el aire turbio
suspendido

Mariano, 27 de junio de 1916

 

 

 

Ironía

Oigo la primavera en las doloridas ramas negras.
Sólo a esta hora se puede oír, mientras se pasa
frente a las casas solas con los propios pensamientos.
Es la hora de las ventanas cerradas, pero
esta tristeza de los retornos me ha quitado el sueño.
Un halo verde amanecerá mañana
tiernamente apoyado en las ramas aún secas
cuando llegó la noche.
Dios no se da reposo.
Sólo a esta hora le es dado, al raro soñador,
el martirio de escuchar la creación.
Esta noche, aunque es de abril, nieva sobre la ciudad.
Ninguna violencia supera a la de los semblantes silenciosos y fríos.

 

 

 

In memoriam

Se llamaba
Mohamed Sceab
Descendía
de emires de nómadas
suicida
porque ya no tenía
patria

Amó a Francia
y cambió su nombre

Se llamó Marcel
pero no era francés
y ya no sabía
habitar
la tienda de su gente
en la que se escucha el canto
del Corán
y se bebe café

Y no sabía
desceñir
el canto
de su abandono

Lo acompañé
al lado de la patrona de la casa
donde vivíamos
en París
número 5 de la Rue des Carmes
calleja marchita en descenso

Duerme
en el cementerio de Ivry
suburbio que siempre
parece
un circo desmantelado

Y tal vez sólo yo
sé ahora
que vivió

Logvizza, 30 de septiembre de 1910

 

 

 

Agonía

Morir como las alondras sedientas
sobre el espejismo

O como la codorniz
que pasa el mar
y descansa entre las matas
porque ya no quiere
seguir volando

Pero no vivir lamentando
como un jilguero enceguecido

 

Giuseppe Ungaretti (Egipto, 1888 – Italia, 1970). Considerado una de los autores claves de la poesía italiana del siglo XX y miembro destacado de la escuela ... LEER MÁS DEL AUTOR