Es el futuro un eterno confín de peras
(Traducción al español de María Del Castillo Sucerquia*)
Contenido
el beso
salvaje pájaro enjaulado en las costillas de un viejo
¡qué pesadilla!
tuvo que pronunciarse la chispa animal toda
el pálido jinete
París, un cisne en el infinito arco del sol
es el futuro un eterno confín de peras
bajo un cobertizo de hojalata
bajo la lluvia tropical
el jinete cabalga en el rodeo del cielo
la Allegheny azul en la niebla
hombre, amo y servidor de la máquina
Dakota y los dos ruines viejos
adiós Angelina
postales de Italia
tiendas Coles y guijarros
poetas diplomáticos
ojalá pudieras sostener la mirada de tus hijos
única gran canción del Mediterráneo occidental
un océano de hierba que no triunfa sobre el progreso
si esto es amor, deja ser el amor
París, un cisne muerto en el arco del sol
incluso en el regalo del ahora
evoco tus primeros días
sentada en la Plaza San Miguel a las ocho y media
sola entre tantos
en espera del último pretendiente
(había una geometría ingenua en tus modales
como un péndulo
las perlas colgaban de tu cuello)
el camarero parloteaba
a nuestro alrededor
como un pajarito en busca
de una miga
(en la mesa, un círculo de admiradores
dentro del café, la canción de las flores Delibes
y un espacio en el pedal sostenía el bajo
mientras las voces de dos sopranos
coqueteaban por encima de él)
París eterna, joven, trágica
París, un moribundo cisne en el arco del sol
agarrado al pecho
y tú con esas muñecas perfectas
un francés que desarmaba
(¡cómo te justificaban los parisinos!)
aún no estaba listo para dejar ir el amor
(yo era una figura menor en tu órbita
que te conoció en Chicago
siendo una colegiala, ¿y qué?)
¡los engañaste a todos!
sí, tú y tu gracia natural bajo la luz artificial del Barrio Latino
(pura algarabía y emboscada)
demasiado perfecto para ser verdad
demasiado humano
(el arco musical que Pitágoras soñó en voz alta)
tan pronto amanecía
Un salvaje pájaro enjaulado en las costillas de un viejo
el viejo está en su cobertizo de macetas
es inventario de invierno
-mangos de hacha, tijeras de podar, sierras oxidadas-
armas de guerra que ponderan
sus manos expertas
¿cuántos mordiscos le quedan a la pala
cuántos golpes al hacha
para las raíces de la siguiente primavera
la rebelde tierra?
merodea el sol por el viejo huerto de manzanos
mira cómo un gato acecha a un pajarito
ahora, en la ramita de sus últimos días
el viejo anda con un pesado bastón
(todavía a la caña le brotan alas)
es invierno y un salvaje pájaro
silba en los pulmones del anciano
celebra en su respiración
la canción de su juventud
romanza que
los campos y montañas
una vez plantó
Es el futuro un eterno confín de peras
no le pidas al pianista solitario
sentado en el rincón de Le Chat Noir
(cuando es hora de cerrar, el último cliente se ha ido)
una canción sobre el futuro
para cada hombre, en cada época, el futuro muere demasiado joven
responderá (de vuelta al coñac y al cigarrillo moribundo)
sin mencionar que también
se reencarna en forma de pera
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*(Escritora, columnista, agente literaria y traductora)
Barranquilla, Colombia 29 de marzo del 2021
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